Cuentos cortos de terror – IX- El superior –

                

             Hubo alguna vez un jefe que tenía mujer, mujeres, hijos, auto, casa y mucho pero mucho dinero.  El jefe era odiado, gritaba a quien se le atravesaba, humillaba a los empleados de la empresa, no los escuchaba, les daba largas jornadas de trabajo sin pagar horas extras, ningún trabajador tenía previsión o salud y era alcohólico.  

                El jefe alias el “superior” tenía un cargo público y privado envidiado por muchos. En otros círculos era admirado ya que tenía bienes materiales incalculables.

                Algunos querían ser como el Superior mientras que otros de tener una pistola con gusto se la hubiesen descargado en la cara.

                El jefe era ser humano, aunque algunos dudaban de su procedencia terrenal, pero se pensaba que había sufrido mucho en su niñez. O que, le habían faltado demasiadas cosas. Por eso, la gente justificaba  su andar en la empresa.

                Un día, por esas cosas de la vida, me enviaron a recursos humanos a buscar un documento justamente del jefe, el gerente, el superior. Me enviaron por su hoja de vida para poder rectificar su firma. Por más que busque no encontré nada. No había rastro de su historia laboral. Hable con el jefe de recursos humanos que justamente era su primo.

                El primo me señalo que esos documentos estaban pero no en ese momento. De tal forma que fui donde el gerente de administración. El gerente de administración era el tío de mi jefe y primo también del jefe de recursos humanos. El gerente de administración me dijo que los papeles estaban pero que en ese momento no estaban a   disposición. Fui entonces a gerencia de adquisiciones, quien era la esposa del jefe de recursos humanos. La gerente de adquisiciones tenía el documento pero tampoco estaba disponible ese día.  

                Abrumado por la negativa al acceso del documento salí de mi trabajo y fui por un café. Pague, converse unos segundos con la cajera del local y  me dirigí al hall de la empresa donde trabajaba. Por ahí  pasaba la escoba el auxiliar  recogiendo los papeles dejados por personas inescrupulosas cuya función era contaminar e espacio.

                En son de broma le pregunte al señor que limpiaba:

-          Usted debe tener los documentos laborales del jefe de la empresa.

-          ¿el jefe de la empresa?

-          Si, el jefe de la empresa.

-          Él no tiene profesión, ni título, ni estudios, ni capacitaciones, ni nada que se relacione con el trabajo, puesto o cargo que ostenta. Es uno más.

-          ¿Cómo? ¿es uno más?

-          Si. Es uno más. Hasta yo podría ser mejor que el jefe actual. Yo fui al colegio, a la escuela, a la universidad, tengo un título, un masterado, sino que no hay oportunidades para todos. Las oportunidades son para algunos.

-          Así veo.

Me despedí avergonzado. Y asustado.

Fue en ese momento cuando me di cuenta de la peor historia de terror. Estaba viviendo en un mundo de monstruos, ignorancia, menosprecios, violencia, y despojo de toda cualidad humana en mi entorno laboral… y lo peor, las otras empresas y organizaciones de mi país funcionaban con la misma filosofía.