"Pequeñas grandes cosas de la vida" - Parte II
Lunes 30 dic 2019. A 48 horas de 2020.
"Pequeñas grandes cosas de la vida"
- Papá vamos a la playa.
- Vamos.
- Pero no te duermas.
- Por supuesto.
- Vamos.
- Pero no te duermas.
- Por supuesto.
No pasaron ni diez minutos y mi papá esperando la puesta de sol no solo se durmió sino que se desmayo en la arena.
Al principio me enoje porque siempre anda cansado. O enojado. O bravo. Juega un rato y le duele la espalda o la rodilla. Pero, lo entiendo. Antes me enfadaba pero ahora lo comprendo.
Como no comprender a mi Papá y a mi mamá si trabajan todo el día. Tengo cama, casa, carro, comida, una mascota, papá y mamá. Tengo salud. En fin, tengo familia. Que mas le puedo pedir a la vida.
Mientras veo a mi papá dormir me imagine minutos antes como miraba el sol. En esa mirada habían preocupaciones sobre:
Sueldo
Trabajo
Quedarse sin trabajo.
Política
Economía
Docencia
Yo y mi pubertad
Mi mamá
Mi familia
El pago de mi escuela
El pago de nuestra comida
El mantenimiento de la casa
El mantenimiento del auto
Comprarme útiles y ropa para el otro año escolar.
Pagarse su doctorado.
Pagar luz.
Pagar agua.
Comprar cigarrillos.
Odiar el reggeton.
El futuro de la nación.
Y que crear para hacerme reír en estos tiempos tortuosos de crecimiento.
Pero lo mejor, en esa mirada vi esperanza.
Sueldo
Trabajo
Quedarse sin trabajo.
Política
Economía
Docencia
Yo y mi pubertad
Mi mamá
Mi familia
El pago de mi escuela
El pago de nuestra comida
El mantenimiento de la casa
El mantenimiento del auto
Comprarme útiles y ropa para el otro año escolar.
Pagarse su doctorado.
Pagar luz.
Pagar agua.
Comprar cigarrillos.
Odiar el reggeton.
El futuro de la nación.
Y que crear para hacerme reír en estos tiempos tortuosos de crecimiento.
Pero lo mejor, en esa mirada vi esperanza.
Obvio, tener doce años no es fácil. Y tener 43 años - edad de mi papá--tampoco es fácil.
Alguna vez mi papá me contó que mi abuelo hacía lo mismo. Colocaba una frazada o paño y dormía al son de las olas, la caída del sol y la caída de la temperatura.
Quedan 3 minutos y el sol ya se va. Mi papá despierta. Se ríe, me mira y me dice:
- llegamos justo a la caída del sol.
- Así es, no te la perdiste.
- llegamos justo a la caída del sol.
- Así es, no te la perdiste.
Y así, el sol se escondió entre las nubes y desapareció en el horizonte.
Arreglo su sabana, se estiró, me abrazo y dijo:
- Bueno, otro día mas.
- Si. Y gracias por estar conmigo papá.
Arreglo su sabana, se estiró, me abrazo y dijo:
- Bueno, otro día mas.
- Si. Y gracias por estar conmigo papá.
Diego.
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