"Pequeñas grandes cosas de la vida" - Parte I

Ecuador
Salinas.
14.24 hrs. A 10 horas de año nuevo.
"Pequeñas grandes cosas de la vida"
Gente en la playa. Otros en el supermercado haciendo las últimas compras.
Me demore 53 minutos solo para comprar carne molida para la cena de año nuevo. Odio las filas y el reggaeton. El resto buscando hotel, corriendo, gritando, molestando, los vigilantes estresados, mi hijo jugando play.
¿Que se lleva el 2019?
Lo mismo que se llevo el 2018

 El 2017

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2002
2001
2000
Penas, alegrías, asombros, perdidas económicas y humanas, noticias, robos, corrupción, cambio climático, y un largo etc que no vale la pena escribir. Y no vale la pena porque todos los años se llevan lo mismo: nuestros años.
Nuestro tiempo.
Tu tiempo.
Mi tiempo.
Pará variar salgo a fumar al balcón. Veo a las personas bañándose. Miro un poste. Pongo atención. Otra vez la naturaleza me abofetea con sus detalles.
En el poste dos palomas. Al parecer son pareja. Una vestida de negro. La otra vestida de blanco. La de negro la acaricia. La saluda. La toca. La blanca se deja. Le responde suavemente. Ambos se miran. Miran a las personas.
¿Que estarán pensando?
En el próximo carro?
En la próxima casa?
En cómo robar?
En cómo corromperse?
En cómo invertir?
En quien hacerle daño?
No creo.
Porque ha diez horas del 2020 tanto una como la otra siguen en pie, apoyándose, eternizando su amor, lealtad, compañía, juego, tal vez alegrías, tal vez lágrimas.
Pero ahí están.
Juntas.
El ying y el yang
La blanca y el negro.
Juntos.
Porque al final del camino todo habrá válido la pena si tienes a alguien a quien abrazar, a quien mirar, a quien respaldar, a quien serle leal, a quien molestar, a quien invitar, A quien sonreírle.
Estas solo?
Nunca lo estarás.
Abraza entonces el futuro. Porque nadie pero nadie se va sin un abrazo.
Nadie se va sin amar y sin ser amado.
Por eso y mucho más,
Este año nuevo será diferente.
Feliz 2020.