Cuentos cortos de terror - IV- Viaje interestelar.
Extraño
mi planeta. Que habrá sido de él. Al parecer, estamos a 20.000 años luz de
distancia de la Tierra. Todo fue tan rápido, excesivo, como un relámpago. Sin
piedad, sin aviso, sin advertencias todo se destruyó.
De
no ser por las naves que llegaron a tiempo no estaría escribiendo esto. Fueron los
nórdicos quienes nos ayudaron mientras los grises sin emoción y sentimiento
alguno veían como todo se desvanecía. Todo se destruyó. Pero, no solo colapso la Tierra, sino que también
Mercurio y Marte.
He
perdido la noción del tiempo. No sé qué año es. La nave esta sin electricidad. Solo
hay alimentos, agua y cobijas para el frió en medio del espacio. No sé si es mucho o poco lo que ha pasado. No sé
cuántos años serán. Pero, me da la impresión de haber pasado en esta nave unos
veinte años. Es difícil envejecer en esta nave.
Miro
por la ventana y extraño el pasto, los caballos, los automóviles, el sol, el
cielo, la lluvia.
Daría
mi vida en este momento por que la lluvia cayera en mi rostro y cuerpo. Aunque terminase
con gripe. Aunque terminase enfermo.
Los
nórdicos nos ayudaron. Los grises solo observaron. Y al parecer los reptiloides
iniciaron el caos.
Al
momento del caos todos desparecieron. Perdimos de vista a los nórdicos, a los
grises y a los reptiloides.
Por
mi ventana al fondo veo una luz. Espero que sean los nórdicos. Azhtar, el
comandante de los nórdicos nos señaló que nos encontraría. Pero la luz se hace más
grande. Y la nave no es de los nórdicos. Es una nave que no conozco. Es de
color plateado, en forma de vaso con muchas luces. Llega la luz a la nave después
de mucho tiempo. Se prende el intercomunicador. A lo lejos escucho el idioma. Corro
al panel de control central para contestar. Se apaga la señal. Renuncio y pido
a Dios que me lleve. Le pido a ese Dios que nunca apareció mientras todo se destruía.
Hasta el momento no lo veo. Dejo el intercomunicador.
Pero
después de unos minutos vuelve a sonar. Retomo el intercomunicador y se prende
la pantalla. No eran los nórdicos ni los grises. Eran los reptilianos. Y estaban
abordando nuestra nave.
Que
sea lo que dios quiera…si es que existe...
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