Hablemos un poco de Psicología: Una república es un Estado de derechos. Pero: ¿Dónde está el Estado de los deberes? Parte - 1-. Altos índices de corrupción.
| Los
derechos se definen como reglas normativas que son fijadas por una jurisdicción
legal y que son propiedad del pueblo. Son algo que merece todo ser humano, no
importa de dónde venga, dónde haya nacido o dónde viva.
Los
deberes constituyen otro de los pilares de la sociedad, porque la existencia de
los derechos depende hasta cierto punto de la existencia de los deberes. Si
éstos no se cumplen, es muy probable no haya armonía en la sociedad.
No
deben confundirse los derechos con los deberes. Los primeros son explícitos en
el código legal. Los segundos son puramente
morales.
Los
derechos son privilegios que un cuerpo gobernante otorga a la gente, mientras
que los deberes son responsabilidades que se les asignan a los individuos.
Los derechos
pueden ser defendidos y cuestionados en un Tribunal de Justicia, mientras que
los deberes no; ya que éstos son de carácter moral.[1]
La moral ha
sido un tema recurrente y central en la historia humana; sin embargo, su
discusión ha estado asociada, casi exclusivamente, a la filosofía. Esto se ha
debido, en gran parte, a la influencia que han tenido los filósofos
occidentales (Kant, Bentham, etc.), los cuales buscaban identificar principios
universales que guíen la conducta humana a partir reglas lógicas. Sin embargo,
en las últimas décadas los hallazgos de las ciencias cognitivas y del
comportamiento humano han comenzado a dar luces sobre diferentes aspectos de la
moral. Estos aportes se han venido integrando en el campo interdisciplinario de
investigación conocido como Psicología Moral, que pretende entender cuál es la
naturaleza del juicio moral y por qué las personas se comportan bien o mal. [2]
Para entender
la naturaleza del juicio moral y el por qué las personas se comportan bien o
mal es necesario entender el primer sistema de interacción donde el ser humano
se desenvuelve. Esta es la familia. Que no necesariamente debe estar
caracterizada por un padre, una madre y los hijos. Puede tener otra configuración
siempre y cuando cumpla con la función de contención. De hecho, la contención emocional,
ética y moral se da en el seno de una familia.
Pero, antes de
continuar definiré ciertos conceptos para reducirlos y poder entenderlos.
Juicio es sinónimo de reflexión. Moral es sinónimo de honesto. Lo bueno y lo
malo es el efecto de una experiencia. Y familia es sinónimo de linaje.
Entonces, para entender mucho mejor la propuesta diremos y hablaremos de: La
reflexión honesta de la experiencia desde cierto linaje. En otras palabras,
mucho más comunes: Pensar
conscientemente sobre la práctica de la raza.
Aquí la
psicología tiene algo que reflexionar. Ya que, pensar conscientemente sobre la
práctica de la raza es preguntarse qué estamos haciendo bien o mal. Y para
reflexionar, propondré algunos puntos para poder pensar:
1-. Altos índices de corrupción.
Hoy
como nunca en Latinoamérica la corrupción suena en cada noticiario como si se
hablara del clima o de algún accidente de tránsito. La corrupción en la
actualidad ha alcanzado niveles sacados de las mejores series de acción. El detalle
pasa por el protagonismo de algún político que intenta ganar la simpatía del
pueblo a costa de propuestas, programas o proyectos pero que rápidamente se
diluyen cuando las personas saben ciertas maniobras hechas por dichos políticos.
La
RAE define la corrupción como: “Práctica consistente en la utilización de las funciones y medios de
aquellas en provecho, económico o de otra índole, de sus gestores en las organizaciones, especialmente en las públicas”. No
obstante, la corrupción no es desdicha de la modernidad actual. Ocurre desde la
antigua egipcia.
Muchos
conceptos u objetos que actualmente consideramos secundarios como el arado
animal, una simple balanza o las artes plásticas fueron originados en el
Imperio Egipcio fruto de su desarrollo económico y social. En cuanto al desarrollo histórico de la política
egipcia se pueden destacar infinidad de conceptos, pero si actualmente
tuviéramos que destacar uno sería la primera ley anticorrupción en la cual se
decretaba que suponía un delito contra la justicia el intento de recompensa por
un litigante para evitar la escucha del adversario y suponía pena capital para
el enjuiciado.[3]
¿Cómo la psicología
se relaciona con la corrupción? La trama es muy sencilla. Y es necesario una doble
explicación.
Por una parte,
la psicología tiene áreas o ramas de estudio. Una de ellas es la psicología laboral.
La psicología laboral se encarga entre otras muchas cosas en el reclutamiento y
selección de colaboradores – mal dicho personal-. En este sentido, los psicólogos
– donde también laboró- requieren ciertos sujetos que ocupen puestos de trabajo
pensando en que una organización tendrá al mejor de los profesionales a través de
pruebas psicológicas y test. La idea es elegir al mejor o a la mejor para un
puesto de trabajo. Y, de hecho, tiene que estar la mejor o el mejor para mantener
viva la organización. De no ser así la organización sufre y hasta puede morir
debido a una mala guía de quien ocupa un puesto de trabajo(Liderazgo)
Sin embargo, en
la actualidad sobre todo en el servicio público nos encontramos con que no están
LAS MEJORES PERSONAS en ciertos cargos o puestos de trabajo. Comenzando con que
muchos cargos o puestos de trabajo son ocupados a dedo o puesto por alguna mano
amiga sin escrúpulos no importando la preparación de quien ocupa el puesto. Lo
que implica un tremendo daño a la organización. Ya que, en las organizaciones NO
SE IMPROVISA. En este sentido, y sin
hacer un gran estudio los grandes puestos están ocupados por gente no
profesional. Es decir, sin estudios que le ayuden en su quehacer. Por tanto, no
es necesario ser demasiado inteligente para hacer consciente que quien no se ha
preparado en la universidad solo dañara la organización más que hacer que evolucione.
Por otra
parte, esta quien ostenta y ocupa un cargo, función o puesto de trabajo sin
tener la preparación necesaria. Este hombre o mujer sufre. Y sufre de graves
trastornos psicológicos que limitan con la locura. Entendiendo locura o como principio
de la locura CREER ser alguien QUE NO SE ES.
CREER alguien
que no se ES implica un alejamiento del juicio de realidad y la pérdida absoluta
de la cordura. Ya que, ¿Cómo es posible vestirse formalmente usando los mejores
perfumes, zapatos y trajes robando discursos ajenos más intentar liderar
procesos laborales?
Hay que tener
un vacío mental y cerebral para poder seguir a estas personas sin preparación alguna.
Ya que, son guiadas a través del instinto. Y el instinto hace muchos años es territorio
de bestias.
Resumiendo:
los psicólogos laborales no estamos siendo moralmente y éticamente correctos,
ya que, se permite que personas sin preparación profesional ocupen puesto de
trabajo de vital importancia. Esto solo produce daño. Y el daño fácilmente se
encuentra realizando evaluaciones de clima laboral.
De otro modo,
quien ocupa un puesto de trabajo sin preparación que lo avale solo apuesta a la
distorsión de la realidad. Y distorsionar la realidad es estar a un paso de
cualquier enfermedad mental.
Por tanto, cualquier
persona no puede ser presidente de la república, ministro, jefe, líder, capitán,
embajador, secretario, entre otros modos de funciones públicas, ya que, se
necesita un mínimo de requisitos y uno de los más importantes es tener una
buena salud mental. Buena salud mental entendida como aceptar la realidad
interna como externa. En términos más básicos: la buena salud mental requiere
de un examen reflexivo moral y ético sobre la posibilidad de poder ostentar a
un puesto de trabajo de alta responsabilidad.
Un loco diría:
NO NECESITO ESTUDIOS PARA OCUPAR ALTOS CARGOS. Un hombre sano diría: que
estudios necesito para ocupar altos cargos.
¿Dónde comienza
este ejercicio?: En la familia. En el sentido común. En la escuela, en el colegio, en la universidad. En la mente de una mujer u
hombre sano.
Mi derecho es tener un buen presidente o ministro. Mi deber es velar por que quien ocupe ese puesto esté preparado.
Entonces; ?se está pensando conscientemente sobre la práctica de la raza?. La respuesta es contundente: NO. Claro que no.
[1]
http://sabus.usal.es/docu/pdf/12Derechos.PDF
[2]
https://manzanamoral.wordpress.com/category/definicion-psicologia-moral/
[3]
http://queaprendemoshoy.com/cual-fue-el-origen-de-la-corrupcion/
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