El Susurro Del Alma: El Eco De Un Buen Padre.

Don Ernesto era un hombre sencillo. Había pasado la mayor parte de su vida trabajando como mecánico en un taller perdido entre las callejuelas de un barrio pobre. Su mayor tesoro era su hijo: Julián, un joven de 17 años con una mente brillante y un corazón limpio, que soñaba con ser ingeniero y construir puentes por el mundo. Pero el taller no daba mucho. El dinero nunca alcanzaba, y cuando a su esposa la enfermedad la fue apagando lentamente, don Ernesto hizo lo que muchos hombres desesperados hacen: pidió ayuda a la gente equivocada. Un dia, sin más opción, acepto un préstamo de una organización mafiosa local, “la hermandad”, para pagar tratamientos y comida. Sabía que no era un juego limpio. Sabía que, una vez dentro, era difícil salir. Pero su esposa vivió seis meses más gracias a eso. Cuando ella murió, sin embargo, la deuda no murió. Pasaron los años, y la hermandad empezó a apretar, a amenazar a don Ernesto. Don Ernesto se convirtió en su informante y cómplice ocas...