Cuando estrenas el cerebro ? - dedicada a Diana Carolina y Martha - Parte II-
Desde pequeño mi padre y mi
madre, hombre y mujer de oficio, me enseñaron el cuidado y respeto ante
cualquier ser vivo. Desde lo pequeño y frágil de una hormiga hasta el ser
viviente más grande sobre la Tierra. Eso es obvio.
Cuando
crecí me enseñaron el cuidado y respeto por la diferencia de los seres vivos.
Eso es obvio. También me encaminaron a la difícil tarea de amar. Donde amar es
entrega, paciencia y muchas cosas más. También me enseñaron a que amar es dejar
ir. Así es. Amar también es dejar ir. Libertad. Eso es obvio.
Pero
lo que no es obvio es matar, violencia física, verbal, daño a otra persona,
violencia de cualquier forma, torturar, venganza, dejar a la deriva, y omitir.
Omitir es la violencia más miserable que puede conjugar el ser humano. Pero
cuidado. Los seres humanos no omiten. Los seres humanos acompañan, ayudan, socorren,
aman, abrazan, comprende, piensan luego existen, cuidan, defienden y quieren. Las personas no hacen nada de lo
que describí anteriormente.
Tú
no puedes maltratar a nada y a nadie. Ya que vivimos en un multiverso de
sistemas vivientes que merecen en vez de ser destruidos, potenciados para que alcancen su máximo grado
de existencia. De eso se trata la vida. Que
cada uno de nosotros alcance su máximo grado de existencia. Eso es
vivir. Existir.
No
obstante, en menos de 48 horas ocurren acontecimientos de los cuales a veces no
puedo dormir, ya que, estar consciente de una vida es estar consciente de la
misma existencia. Lamentablemente, en esta realidad la existencia es una. No
hay más. No hay nadie como tú. Eres único e irrepetible. Es por esa misma razón
que tenemos que tener aún más cuidado.
Después
de los hechos, buscamos culpables. Eso es obvio. Pero lo que si sirve en vez de buscar culpables es detectar
RESPONSABLES. Y el responsable claramente esta ante nuestras narices: SOMOS
nosotros MISMOS.
Yo
soy ciudadano, yo soy ser humano, yo soy parte de una nación. Yo soy nación. Yo
soy país. El estado es mi responsabilidad. El responsable es el estado. El estado es el responsable. Yo soy
estado. Lo demás es show sin sentido, cacería de brujas y ubicar al chivo
expiatorio para poder matarlo.
De
otro modo, genero se relaciona con la identidad sexual. Entonces, de modo
concreto existiría un cuerpo biológico y un género en particular. Puedes ser
biológicamente hombre pero tu genero puede ser femenino y viceversa. Esto
último es una elección. No viene en nuestro ADN.
El
género como el cuerpo biológico se nutre de una cultura. La cultura nutre al
género y al cuerpo biológico.
Yo
recibí un cuerpo biológico de hombre y elegí ser varón. Y soy un hombre que
gusta mucho de la conversación de regalar chocolates, rosas, ir al cine tomar
café, dialogar con mi contrapartida; una mujer.
Me
encanta cuando mi esposa se estremece cuando la abrazo o cuando la beso. Me
encanta cuando mi esposa – que es mujer – despierta a las 03.33 de la mañana
porque piensa que el ruido en el patio es sinónimo de un posible asalto o
ladrón. Donde me levanto y prendo las luces – con miedo a encontrarme con una
pistola o cara a cara con mi muerte- de
casa para supervisar si es real o no o solo fue un gato en busca de comida o
alguna gata.
Me
encanta abrir la puerta para que mi esposa se suba y después yo. Y me costó
años aprender esos hermosos detalles que hacen que una relación sea grata,
amorosa, y logres solo el gran objetivo en nuestro planeta: AMAR Y SER AMADO.
Mi
género, ese que se hace llamar varón, hombre, macho, caballero, le debemos una
gran disculpa a las damas de la nación donde vivimos. Discúlpenos por favor.
Les hemos fallado. Los responsables
caerán, serán juzgados, y de no ser así la vida es demasiado inteligente para
no dejarlos ir sin hacer consciente su condena. Los culpables también caerán y
serán juzgados de una u otra forma.
Lo
mejor que podemos hacer si eres realmente
hombre es OFRECER una gran disculpa a todas las mujeres que nos rodean,
abrazarlas, decirles que aquí estamos, que pueden contar con nosotros, que
somos su parte complementaria, que somos sus protectores, que pueden confiar en
nosotros, que es su obligación pedirnos ayuda, que no somos sus enemigos sino
que sus aliados. Lo anterior es obvio.
Y
es tan obvio que eso quería compartir contigo; YO NACI DE UNA MUJER con la
ayuda insistente y perseverante de mi PADRE.
Entonces,
niño, joven, adolescente, adulto y adulto mayor ecuatoriano y del mundo: CUANDO ESTRENAMOS EL CEREBRO.
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