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Cartas a Dios: VII - Monstruos

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  Querido Dios, En las últimas semanas he visto cosas que no debería haber visto, y siento en verdad que algo ha cambiado en mí. A ti, mi Dios,   tú que te escondes detrás de los pliegues de dos dimensiones; ¿es cierto lo que he observado? ¿Existe? ¿Existen? ¿Son reales? ¿Soy real como eso? ¿Soy real como ellos? ¿Existe la realidad? Recientemente, he sido testigo de eventos tan extraños y terroríficos que la lógica humana no podría entender. Ahora, me encuentro en las esquinas de nuestra realidad pero siento que se pueden   derrumbar con facilidad. Incapaz de escapar, me encuentro en una telaraña compuesta de hilos invisibles, regida por las mismas directrices del cosmos y difíciles de entender. Los eventos en los que estuve no fueron malentendidos, al azar o generados por el cansancio. Contrariamente, rozo lo indescriptible, lo desconocido. Son presencias y sucesos que no tienen lugar en este mundo, no son manejados por simples mortales. Están programados más allá de los ecos de

Para - Normal: Un Viaje Al Cosmos - Caecus.

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              Odio los censos. Pero, como me gusta que las cosas se hagan de buena manera termino aceptando hacer el trabajo de manera voluntaria. Mi obsesión por que las cosas salgan bien o moderadamente bien siempre ha sido mi condena. No sufro pero me pido mucho a mi mismo ante cualquier situación.             Ya eran cerca de las cuatro de la tarde. Caminaba por las frías calles de Santiago de chile. Específicamente en la comuna de La Florida. Yo había nacido ahí. Y me crie en esta comuna hasta los veinte años.             En la misma comuna fui a la escuela y colegio. Aún tengo grandes amistades hasta el dia de hoy. Hace unos minutos había estado con un amigo de la infancia que me toco censar. Nos reímos y lo cense. Supe ahí que había estado muy enfermo. Le reclame por qué no había avisado para ayudar en algo. Me contesto que en la actualidad solo uno tiene tiempo para uno mismo. A lo que replique diciendo que por lo menos me hubiese dejado acompañarlo. Me despedí después de c

Para - Normal: Un Viaje Al Cosmos - Han dicho de mi.

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  Me es raro despertar. Cuando lo hago inmediatamente salto de la cama, me siento, pongo mis manos en mi cara y trato de entender si esto es un sueño o es lo que llaman “realidad”. Hace mucho que me desconecte de lo “normal”. No voy a fiestas, no me gustan los centros de recreación, no me gustan los mall, no me gusta la bulla, detesto la contaminación acústica, odio estar con mucha gente, no me gusta el deporte, no soporto hablar con alguien más de cinco minutos, odio que me regañen, odio que me repitan las cosas, odio que me coloquen horarios, odio la impuntualidad, odio la monotonía, odio que me llamen por teléfono para ofrecer cosas, odio las pandemias, odio la televisión, odio la radio – excepto la buena   música-, entre otras cosas. Amo la espontaneidad, amo cuando te juntas con alguien y la persona llega cinco minutos antes, amo cuando te encuentras con alguien sin esperarlo, amo caminar solo escuchando música, me encanta el café, me encanta el cigarrillo, me encanta estirarm

Para - Normal: Un Viaje al Cosmos / La Casa Familiar - Parte 1

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  Toda familia hereda casas o departamentos. Algunos bienes están en la ciudad, otras en la playa, otras cerca del rio, algunas en montañas, y otras en el campo. En mi caso herede una en la ciudad, una en la playa, una cerca del rio, una en la montaña y otra en el campo. Todo esto gracias a mis abuelos que emprendieron una empresa hace más de cien años de galletas. Aunque no me gustaban, eran muy ricas. Y lamentablemente, mis abuelos ya no estaban conmigo. Esta vez junto a Emily habíamos decidido ir al campo. A ella le encantaba. A mí no. Yo prefería la playa. La casa en cuestión quedaba en el corazón de un apacible pueblo, a ocho horas de la ciudad. El pueblo era muy tranquilo. El campo estaba  rodeado por campos de maíz y bosques frondosos. En medio, se alzaba una antigua casa. Grande y muy linda. Mi casa. Cuando llegamos nos esperaba Doña Norma y Don Carlos, nuestros cuidadores por años de la casa. Ellos compartieron mucho tiempo con mis abuelos. Yo recién comenzaba a conoce