Cartas a Dios : I - El Miedo
Dios:
Como todas las noches hoy me
encuentro en la penumbra de mis pensamientos, donde el miedo acecha de manera
insidiosa. No le tengo miedo a la muerte por que de llegar no me avisará y tal
vez no alcance ni siquiera a sufrir. Pero, le temo a la incertidumbre, a lo
desconocido, a las posibilidades que el futuro guarda en su vasto laberinto.
El miedo me atrapa y me suelta. El
miedo actúa como un espejismo que me atrapa, un laberinto sin salida donde la razón
se desdibuja. Donde el miedo actúa como un catalizador que remueve mi cuerpo y
que se remece ante ideas fugaces que no puedo controlar en ciertas ocasiones.
Intento reflexionar sobre el
origen de este temor. Como te he dicho soy agnóstico pero eso no significa que
no crea en ti. No soy religioso pero creo en ti. Hoy más que nunca he podido
ubicar ese miedo que no quiere salir de ese rincón de mi razón y de mis
emociones. Vivimos momento de guerra, de enfermedades, de soledad, de un daño a
la ética y la moral, de una distorsión del sentido común, de un aprehendimiento
de la razón muchas veces sin razón alguna. De un pensar sin lógica. De un
divagar sin sentido, de interpretaciones vacías y solo rellenadas con el propio
ego.
Sin embargo, esto mismo que nos
separa nos une porque lo que existe es el resultado de nuestro reflejos, de nuestras
ansiedades, de nuestras angustias, y que pese a nuestras diferencias nos hace
compartir una misma esencia; la humana.
Es muy curioso que, al enfrentar
el miedo, se revela también la posibilidad de la valentía. En las sombras y
oscuridad que el miedo impone, a menudo surgen destellos de luz, actos de coraje,
que desafían las sombras. Quizás y al final el miedo no es tu enemigo, sino que
un maestro que nos invita a explorar los confines de nuestra existencia.
De todas formas te pregunto; ¿es
posible que el miedo sea también una forma de tu manifestación? ¿Una señal? ¿Un
acto de fe? ¿Una prueba?
La incertidumbre de mi
agnosticismo se enfrenta al abismo de saber, y en ese abismo, quizás resida la esencia
de lo divino.
Intentare dormir. Porque me
cuesta conciliar el sueño. Pero lo intentaré.
Tal vez la vida es eso. Tal vez
la mejor arma contra el miedo es intentarlo.
Lo intentaré
Dios. Buenas noches.
Rodrigo
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