Reflexiones sobre la vida cotidiana: ¿Viajarías al futuro o al pasado?
Es una pregunta muy difícil.
Ya que, en el pasado han quedado las sombras de lo que fuimos. En el pasado
podría reposar mucho más dolor que
alegría. Pero inevitablemente del pasado aprendemos.
De otro modo, en el futuro a
mi juicio, reina la incertidumbre por que todo pero todo podría pasar. Nada
estaría escrito en este momento o lapsus, o evento. Sin embargo, también es en
el futuro en donde proyectamos la esperanza.
De manera muy general podría
decir que si se vive en el pasado se vive de angustia y si se vive del futuro
se vive de ansiedad.
Es estando en el presente
donde podemos eventualmente direccionar nuestra alma y cuerpo. Nuestro existir.
Pero esto sería de manera ideal. Y no es fácil. No es fácil vivir el presente
teniendo en cuenta el pasado con miras al futuro.
Probablemente sea la gran
tarea de todos. Esto es; construir presente ligado al pasado y al futuro al
mismo tiempo. Esto último es muy fácil de explicar: “Ahora escribo esto que ya
escribí para seguir escribiendo”
Me refiero con lo anterior
que el pasado, el presente y el futuro deberían ser percibidos y vividos en un solo instante. Es decir trabajar las
tres dimensiones temporo- espaciales al mismo tiempo.
La cualidad más hermosa del
pasado podría ser su capacidad de enseñarnos lecciones valiosas. A través de la
historia, podemos aprender de los triunfos y errores de quienes nos
precedieron, lo que nos permite crecer y evolucionar como individuos y como
sociedad. Además, el pasado a menudo está lleno de momentos preciosos y
recuerdos que nos conectan con nuestra identidad y nuestras raíces, lo que
puede inspirarnos y darnos una sensación de pertenencia.
La cualidad más hermosa del
futuro es su potencial infinito para el cambio y la innovación. El futuro nos
ofrece la oportunidad de imaginar y construir un mundo mejor, lleno de
posibilidades emocionantes y avances que pueden transformar nuestras vidas y el
mundo que nos rodea. Además, el futuro nos brinda la esperanza de que podemos
superar los desafíos actuales y crear un mañana más brillante para las
generaciones venideras. La belleza del futuro radica en la promesa de un
progreso continuo y en la capacidad de soñar en grande y trabajar juntos para
hacer esos sueños realidad.
La cualidad más hermosa del
presente es su capacidad de ofrecernos la oportunidad de vivir plenamente el
momento. En el presente, podemos experimentar la belleza de la vida con todos
nuestros sentidos, apreciar las pequeñas cosas que nos rodean y conectarnos
profundamente con nosotros mismos y con los demás. Es en el presente donde
podemos encontrar la verdadera felicidad y realización, al estar conscientes y
presentes en cada momento que vivimos. Además, el presente nos brinda la
oportunidad de tomar decisiones que pueden influir en nuestro futuro y en el de
quienes nos rodean, lo que lo convierte en un momento valioso y poderoso para
vivir y actuar.
El presente es un regalo. No
lo desaproveches. Perdemos mucho tiempo en pensarnos ayer o en pensarnos
mañana.
Piénsate hoy día.
Pero recuerda. Piénsate hoy
día consciente del pasado y consciente del futuro. Esa es la clave.
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