El susurro del alma : Déjame ir.
Me es difícil dejarte ir. Te tengo en mis brazos. Nunca
he podido entender a la muerte. No sé qué ocurrirá después de la vida. Pero
odio como la muerte quita a alguien de la realidad. De nuestra realidad. Porque
pueden existir muchas realidades, sin embargo, la muerte abraza y atrapa todas
las realidades. La vida también. Pero la vida es más bondadosa. Menos violenta.
Me es difícil dejarte ir. De hecho no sé cómo dejarte ir.
Pensé que estaría preparado. E hice el intento y los ejercicios necesarios
porque sabía que llegaría este día. Sino que uno nunca está preparado para el
zarpazo que la muerte te da, tan inesperada, desprovista de cualquier detalle.
Solo lo hace. Solo te lleva. Espero que a quien elija la muerte por lo menos le
avise. Con algún detalle.
Te tengo entre mis brazos. Mi mano esta puesta en tu
corazón. Cada vez siento menos el latido de tu corazón. Tus ojos están
semiabiertos. No sé cómo interpretar tu mirada. Casi distante. Casi vacía.
Y si no entiendo a la muerte cada vez menos entiendo el
amor. Te busque por años. Me equivoque muchas veces hasta que al fin te encontré.
Pero ahora te me vas de las manos. Rece tanto por tenerte y ahora te vas. No
sabes las noches enteras que pase rezando por ti, por nosotros, por nuestro
amor. Y cuando alcanzo la cúspide de sentir algo por alguien estas a punto de
realizar un viaje. Pero esta vez sin mí.
Y aunque jure jamás enamorarme, me enamore de ti. Nunca habría
pensado entregar tanto de mí a alguien. Ese alguien fuiste tú.
¿Sera que Dios tiene preparado un camino para cada uno?
¿Sera que tenías una misión que desconocía y que ya la cumpliste? ¿Sera que ya
cumpliste esa misión y tienes que ir a otra dimensión? ¿Sera que nunca te habías
enamorado y como ya lo hiciste ya conociste lo esencial de la existencia? ¿Amar
y ser amado?
No te puedo dejar ir. Eres lo más maravilloso que me ha
pasado. Y si me di cuenta la primera vez que te vi que serias para mí.
No desaproveche ningún segundo contigo. Pero fue corto
nuestro viaje. Demasiado corto. ¿Por qué la vida es tan egoísta? ¿O eso es el
amor? ¿Un sentimiento fugaz que se instala para retirarse?
Tu respiración se hace cada vez más lenta. Mi mano en tu corazón
se fusiona. Intento con mis latidos que se sienten en mi mano recuperarte
apretando con más presión y más fe que nunca mi mano contra tu pecho. Pero al parecer el destino esta sellado.
Tú cara es hermosa. No demuestra dolor. Al contrario,
esbozas una pequeña sonrisa. Me rio contigo. Y al mismo lloro.
Te apretó con más fuerza y acerco mi cuerpo al tuyo. ¿Sabes
lo que más me duele? Es que nunca le hiciste daño a nadie. ¿Te das cuenta porque
siempre me costó creer en Dios? Porque en promedio se lleva gente que no hace
daño. En cambio aquí se quedan los que dañan a los demás.
Podría suicidarme. Y acompañarte. Buscarte. Hasta este
universo y otro. Hasta que te encuentre. Aquí las leyes son una basura. No sirven.
No son lógicas. Al parecer hicieron las leyes al revés.
Podría suicidarme y encontrarte. Porque si te encontré aquí
en la Tierra podría encontrarte en otro planeta, en otra dimensión, en otro
universo, en otra vida.
¿Por qué no me llevo a mí? ¿Por qué la muerte no me eligió?
¿Será que aún le debo algo a esta realidad? ¿Será que aún no cumplo con alguna misión?
¿Cuál será? ¿Tú la encontraste? ¿Por eso te vas antes que mí?
Ya no siento tus latidos. Te has ido. Tus ojos están
cerrados. Y tienes esa hermosa sonrisa en tu cara. Tus ojos lloran. Tu cuerpo
se relaja. Por más que llores sé que en esta realidad no volverás.
El cielo llora conmigo. El cielo se alegra de tu partida.
Un guerrero más se une al cielo. Un guerrero más ha cumplido en esta vida su misión
y ahora ese guerrero que parte ira a batallar a otras realidades.
Te lloraré siempre mi amor. Y antes de acompañarte al
otro mundo hablare de ti. Diré quien fuiste, diré que hiciste, diré a quién
hiciste bien, diré contra quien luchaste, diré quien te hizo daño y que los
perdonas, diré que hubiese dado la vida por la humanidad, diré que amaste, que
viviste con pasión esta vida, y que no perdiste ningún segundo en dudar en
quien eras. Como sabias quien eras siempre sabias con quien andabas.
Adiós mi amor. Mi vida. Mi todo. Mi eterno amor.
Adiós…
Mi vida…
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