Recursos in-humanos - Los celos profesionales si existen, el no caer bien sin razón si existe, el que te consideren competencia y quieran imposibilitarte en cualquier actividad laboral si existe. Pero, ¿La gente mala si existe?
Mientras me tomaba un café el otro día en el trabajo se sentó un compañero de trabajo y me señalo: “…Los celos profesionales si existen, el no caer bien sin razón si existe, el que te consideren competencia y quieran imposibilitarte en cualquier actividad laboral si existe. Pero, ¿La gente mala si existe?
Me tome el antepenúltimo sorbo
de mi delicioso café y pregunte:
-
Te están haciendo la vida imposible por
querer cambiar, modificar o transformar la oficina en un mundo mejor.
-
Si me dijo un poco triste.
A lo que respondí sin antes
tomarme mi último sorbo del delicioso café que me había comprado con el bajo
sueldo que percibía:
La pregunta sobre si existe
"gente mala" es compleja y puede depender de cómo definimos la
maldad. Desde una perspectiva moral o ética, algunas personas pueden considerar
que hay individuos que realizan acciones maliciosas, crueles o injustas que
pueden catalogarse como "malas".
Desde un punto de vista
psicológico, la maldad puede ser vista como un comportamiento que causa daño
intencionalmente a otros sin remordimiento. Sin embargo, la mayoría de las
personas no son inherentemente malas en el sentido de que actúan maliciosamente
todo el tiempo. O quisiera creer esto último por que no podría vivir en un
mundo pensando que hay gente mala genéticamente concebida.
Las malas intenciones se
refieren a los motivos o propósitos detrás de las acciones que tienen la
intención de causar daño, perjuicio o malestar a otras personas. Estas
intenciones pueden ser conscientes o inconscientes, y a menudo implican un
deseo de obtener algún tipo de beneficio a expensas de los demás. Deseo que se
ven a diario en el ámbito laboral con el fin de ser el numero uno de alguien.
Las malas intenciones pueden
manifestarse de diversas formas, como la manipulación, la mentira, la traición
o la agresión física o verbal. A veces, las personas pueden tener malas
intenciones debido a sentimientos negativos como la envidia, el resentimiento o
el deseo de venganza.
Es importante tener en
cuenta que las malas intenciones no siempre se traducen en acciones concretas,
ya que una persona puede tener pensamientos o deseos negativos sin necesariamente
actuar sobre ellos. Sin embargo, cuando las malas intenciones se convierten en
acciones, pueden tener consecuencias graves para quienes las sufren.
En muchas culturas y
sistemas de creencias, se considera que las malas intenciones son moralmente
incorrectas y están en conflicto con valores como la empatía, la compasión y el
respeto por los demás. Por lo tanto, es importante ser consciente de nuestras
propias intenciones y tratar de actuar de manera ética y considerada hacia los
demás. Aunque el valor de derrotar y llegar a ser el numero uno implica tambien
una guerra psico-laboral donde a veces los sujetos involucrados no miden sus comportamientos.
De otro modo, ser cruel
implica actuar con intención de causar sufrimiento, dolor o daño a otros, ya
sea física, emocional o psicológicamente. La crueldad puede manifestarse de
diversas formas y en diferentes contextos, desde acciones directas y violentas
hasta comportamientos más sutiles y manipulativos.
La crueldad es un
comportamiento humano que implica la falta de empatía y consideración hacia el
sufrimiento de los demás. Se caracteriza por la intención de causar dolor o
sufrimiento a otras personas, animales o incluso al medio ambiente. La crueldad
puede ser física, emocional o psicológica, y puede manifestarse de diferentes
formas, como el maltrato físico, el acoso verbal, la humillación pública o la
manipulación emocional.
La crueldad puede
manifestarse en diversos contextos y situaciones. En el ámbito personal, puede
presentarse en relaciones abusivas, donde una persona ejerce poder y control
sobre otra para su propio beneficio, sin tener en cuenta el bienestar de la
otra persona. En el ámbito social, puede manifestarse en formas de
discriminación, racismo, sexismo u otras formas de intolerancia que causan daño
a grupos específicos de personas. En el ámbito animal, la crueldad puede
manifestarse en el maltrato y la negligencia hacia los animales, causándoles
sufrimiento innecesario.
La crueldad tiene graves
implicaciones tanto para quienes la sufren como para quienes la ejercen. Para
las personas que la sufren, puede tener consecuencias devastadoras para su
salud física y mental, así como para su autoestima y bienestar emocional. La
crueldad puede dejar cicatrices profundas en las personas, afectando su
capacidad para confiar en los demás y para establecer relaciones saludables.
Para quienes la ejercen, la
crueldad puede tener consecuencias negativas en su propia vida, ya que
perpetuar el sufrimiento de los demás puede generar sentimientos de culpa,
remordimiento y aislamiento social. La crueldad también puede crear un ciclo de
violencia y abuso, perpetuando un patrón de comportamiento destructivo que
afecta a las personas involucradas y a quienes las rodean.
La crueldad en el ámbito
laboral, también conocida como acoso laboral o mobbing, es un fenómeno grave
que puede tener efectos devastadores en la salud mental y emocional de los
trabajadores. Se manifiesta a través de comportamientos abusivos, humillantes o
intimidatorios por parte de jefes, colegas o subordinados, con el objetivo de
dañar la autoestima, la reputación o la estabilidad laboral de la víctima.
Esta forma de crueldad puede
adoptar diversas formas, como la exclusión social, la difamación, la asignación
de tareas humillantes o imposibles de cumplir, el sabotaje laboral, entre
otras. Estas acciones pueden tener consecuencias devastadoras en la salud
física y mental de la persona afectada, pudiendo provocar estrés, ansiedad,
depresión e incluso llevar al suicidio en los casos más extremos.
La crueldad en el ámbito
laboral no solo afecta a la persona directamente implicada, sino que también
puede tener un impacto negativo en el ambiente laboral en general, afectando la
productividad, la moral y la calidad del trabajo en el equipo. Además, puede
crear un clima de temor y desconfianza que dificulta la colaboración y el
trabajo en equipo.
Para prevenir y abordar la
crueldad en el ámbito laboral, es fundamental promover una cultura
organizacional basada en el respeto, la empatía y la tolerancia. Esto incluye
establecer políticas claras contra el acoso laboral, brindar capacitación a los
empleados y a los líderes sobre cómo reconocer y abordar el acoso, y fomentar
un ambiente de trabajo inclusivo y colaborativo donde todas las voces sean
escuchadas y respetadas.
Para finalizar, no me atrevería
a decir si existen o no personas malas, gente mala, malos individuos o personas
dañadas. Pero si me atreviera a decir que existen sujetos poco empáticos (síntomas
privilegiado de la psicosis) y sujetos perversos.
Sí, existen personas que
disfrutan causando sufrimiento a otros, ya sea físico, emocional o psicológico.
Estas personas pueden experimentar placer, poder o control al ver a otros
sufrir, y a menudo carecen de empatía o consideración por el bienestar de los
demás. Este tipo de comportamiento puede manifestarse en diferentes contextos,
desde relaciones personales hasta situaciones más amplias, como el acoso
escolar, el acoso laboral o incluso actos de violencia en sociedades. De tal
modo y solo nombrando pocas características este tipo de sujetos deben ser
separados de las organizaciones e instituciones. Ya que, solo quieren ver el
mundo arder no importando quien se queme. Su casa podría ser cualquier organización
de salud mental.
En psicología, este tipo de
comportamiento se ha estudiado bajo conceptos como la psicopatía, el sadismo o
la conducta antisocial. Las personas que disfrutan haciendo sufrir a otros
pueden tener una variedad de motivaciones y antecedentes, y el grado de
crueldad puede variar desde comportamientos más sutiles, como la manipulación
emocional, hasta formas más extremas de violencia.
Es importante señalar que no
todas las personas que causan sufrimiento a otros lo hacen por placer. A
menudo, las personas pueden actuar de manera cruel debido a sus propias
experiencias de dolor o trauma no resueltos, o como resultado de factores
sociales o ambientales que influyen en su comportamiento.
En cualquier caso, la
crueldad hacia los demás es un comportamiento destructivo que va en contra de
los valores fundamentales de empatía, compasión y respeto hacia los demás. Es
importante reconocer y abordar este tipo de comportamiento para prevenir el
sufrimiento innecesario y promover relaciones saludables y respetuosas en la
sociedad.
En conclusión, no existen
las personas malas. Pero si existen las que cargan una mala intención, las
celosas, las crueles y están las sádicas y las que cargan con conductas
antisociales.
Ahora, ¿Qué hacer ante este
tipo de sujetos?
Las que cargan con malas
intenciones la idea es afrontarlos y señalar sus objetivos negativos.
Las que cargan celos
laborales solo indicarles un buen profesional en la salud. Porque el celo
profesional se centra fundamentalmente en problemas de autoestima profundo de quien
lo padece.
Las que cargan con crueldad,
conductas sádicas y conductas antisociales hay que establecer límites claros, mantener
la calma (no dejarse provocar), buscar apoyo (amigos, familiares o
profesionales capacitados), evitar la confrontación directa (ya que no estas
ante sujetos sanos) y priorizar tu seguridad (no dudes en buscar ayuda de
emergencia. Tu seguridad y bienestar son lo más importante)
Después de esta explicación mi
compañero acoto:
-
¿Entonces jamás cambiaran las condiciones
laborales?
-
Claro que si – le dije con mucha pasión.
-
¿y cómo se hace?
-
apostando por la revolución del pensamiento y
no concentrándote en sujetos que no valen la pena. Aquí o en otro trabajo. Alguien
te escuchara. Fe.
-
Gracias
-
De nada.
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