El abrazo del misterio

 

Puedes robar todo lo que quieras, puedes corromperte hasta lo más íntimo de tu ser, puedes ser un egoísta desmedido, puedes sufrir de poca empatía, puedes provocar violencia física o verbal, puedes recurrir a la mentira y el engaño desmedidamente, puedes sentir envidia y celos por los demás, puedes ser descuidado y abandonar a los que más te necesitan, puedes ser intolerante y discriminador, puedes ser desleal, puedes abusar de tu poder, puedes mentir, puedes chismosear, puedes ser egoísta, manipulador, irrespetuoso, agresivo, negligente, irresponsable, indiferente, vengativo, cínico y destructivo.

Y todo por buscar, status, un puesto de trabajo, un reconocimiento social, un reconocimiento inventado por ti mismo, en definitiva, todo por dinero, poder y status. O sea, de delirio. O de algún trastorno psicológico grave.

De todas formas el abrazo del misterio te llegará. Porque la muerte a todos nos alcanza. Y en el mejor de los casos nos alcanzara ancianos. Porque de otra forma nos alcanzará con una enfermedad catastrófica o una muerte o accidente violento.

Pero antes de que la muerte te abrace – espero no sea luego- ha venido ocurriendo algo muy extraño. Tengo la sensación de que cierto grupo de personas, organizaciones, instituciones, militancias, partidos, sindicatos, movimientos, comunidades, y en resumen, personas con una conciencia muy poco intensa, han ganado la primera batalla.

La batalla de que los malos al parecer le han ganado a los buenos. Así decíamos cuando éramos niños y veíamos con mucho dolor y tristeza cuando la injusticia sobrepasaba a la bondad, la empatía y la justicia.

Es que algo ha sucedido en los últimos veinte años en el mundo: es que al parecer el karma dejo de funcionar. O al parecer, solo estamos impregnados de Karma negativo.

Karma de manera muy resumida es un concepto originario del hinduismo y el budismo que hace referencia a la ley cósmica de causa y efecto. Según esta creencia, las acciones de una persona, ya sean buenas o malas, determinarán las experiencias que esa persona tendrá en el futuro. En otras palabras, el karma sugiere que las acciones de una persona en esta vida influirán en su destino en futuras reencarnaciones o en su vida actual.

El karma no se limita únicamente a las acciones físicas, sino que también incluye pensamientos y palabras. Se cree que el karma positivo se acumula a través de acciones virtuosas, como la generosidad, la bondad y el respeto, y lleva a resultados positivos en el futuro. Por otro lado, el karma negativo se acumula a través de acciones dañinas, como la violencia, la mentira y el egoísmo, y lleva a resultados negativos en el futuro.

De otra manera, el karma es un concepto que sugiere que nuestras acciones tienen consecuencias, y que nuestras experiencias en la vida están influenciadas por nuestras acciones pasadas y presentes.

Ahora, ¿por qué digo o señalo que el karma negativo lleva la ventaja? La respuesta es muy sencilla: altos índices de delincuencia, asaltos con muertes violentas, perdida de empatía, un juego de ajedrez macabro no importando sobre quien se ejerza el poder ni las consecuencias de esto. Ha ganado: el fin justifica los medios.

De todas formas el abrazo misterioso llegará. Como tambien el arrepentimiento. Pero, ¿vale la pena el arrepentimiento después de haber cometido los peores errores que un ser humano pueda construir? Para la dimensión de Dios claro que vale la pena. Pero para esta dimensión – la dimensión humana- el daño ya está hecho. Por tanto, arrepentirse no sirve. Arrepentirse jamás en esta realidad ha resucitado a algún ser vivo. Y al parecer como vamos nunca nadie resucitara jamás.

Pero antes de resucitar está la muerte, ese misterio eterno que susurra en los confines del universo, llevándonos hacia lo desconocido. Como un soplo suave en la brisa de la noche, nos llama con una voz que solo el alma puede entender. Es el paso inevitable hacia la eternidad, probablemente el último capítulo de nuestra historia terrenal.

En el momento final, nuestras sombras danzaran en el umbral entre la vida y la muerte. Como espectros silenciosos, nos desprendemos de nuestros cuerpos y nos sumergimos en la oscuridad infinita. Es un baile sin música, una danza de siluetas que se desvanecen en la vastedad del universo.

La muerte nos besará con labios fríos y nos sumergirá en el río del olvido. Allí, nuestros recuerdos se desvanecerán lentamente, como estrellas que se apagan en la noche. Nos convertiremos en polvo de estrellas, en parte del cosmos que una vez contemplamos con asombro.

Nuestra existencia se convertirá en un eco en la eternidad. Como piedras arrojadas en un lago tranquilo, nuestras vidas crearan ondas que se expanden en el tiempo y el espacio. Aunque nuestro ser físico desaparezca, nuestro eco resonará en los corazones de aquellos que nos amaron.

En última instancia y en su abrazo final, tal vez encontraremos la paz y la aceptación, sabiendo que somos parte de algo más grande, algo que trasciende la comprensión humana.

De todas maneras puedes seguir: robando lo que quieras, puedes corromperte hasta lo más ínfimo de tu ser, puedes ser un egoísta desmedido, puedes sufrir de poca empatía, puedes provocar violencia física o verbal, puedes recurrir a la mentira y el engaño desmedidamente, puedes sentir envidia y celos por los demás, puedes ser descuidado y abandonar a los que más te necesitan, puedes ser intolerante y discriminador, puedes ser desleal, puedes abusar de tu poder, puedes mentir, puedes chismosear, puedes ser egoísta, manipulador, irrespetuoso, agresivo, negligente, irresponsable, indiferente, vengativo, cínico y destructivo. Puedes cometer muchas injusticias y no pagar ninguna injusticia cometida. Y hasta puedes arrepentirte...sin ser perdonado por nada ni nadie...mas que por el silencio de tu ultimo segundo de vida...

Pero, del abrazo del misterio jamás podrás zafar...