Cuentos cortos de terror XII – La policía de la academia – Parte III.
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Sigues ahí. O ya te moriste.
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Sigo aquí. Imbécil.
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¿Imbécil?
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Si. Imbécil.
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¿no temes que te mate?
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No.
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¿Por qué?
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Por que no conozco a la muerte. Lo que único que
conozco es a mi torturador que este momento esta frente a mí.
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¿Torturador?
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Si. Torturador. ¿Quién te envió?
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El estado.
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¿El estado?
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Asi es. El estado.
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¿y cual es la idea del estado?
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Seguir con los negocios sin cuestionar mucho y
hacer que el dinero fluya.
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¿En los negocios?
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Si en los negocios. Lo que sucede es que el
estado tiene tres niveles. El que sale en las noticias, el que ocurre entre las
autoridades y un estado secreto.
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¿tres estados en uno?
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Así es. Tres estados en uno.
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¿Y cual es la idea del estado para conmigo?
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Que guardes silencio.
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¿Qué guarde silencio?
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Si. Que guardes silencio.
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¿Qué deje de pensar?
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Si. Que dejes de pensar. La vida es muy fácil. La
vida es destino. Y tu con tu existencia quieres cambiar el destino. El destino
es claro: naces, te desarrollas, estudias, te compras un auto, una casa, pagas
impuestos, y te mueres. Ese es el destino.
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¿Y dios?
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Dios también es destino.
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Pero tu Dios es controlado por el estado también.
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Obvio. El estado también es dios.
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Pero si el estado es laico.
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Obvio. Pero ocupamos a dios para generar una
idea fantasmal de un alguien que todo lo ve. Además, ocupamos a dios como ese fenómeno que
nunca pero nunca intervendrá en la sociedad humana.
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Dios es otra cosa.
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Dios es lo que señala el estado.
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Están locos.
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No mucho. Mas bien es una idea muy clara: Creer
en algo que no existe, que nunca veras en esta dimensión, creer en un salvador,
creer en que aparecerá de un momento a otro, perder tu tiempo en la iglesia a
nosotros nos da mucho mas tiempo. Tiempo para seguir controlando aun mejor a la
masa. La masa es muy sencilla de manejar. La mantienes con miedo constante y
queda paralizada. No se mueve. Se cierra. Se producen fenómenos de introyección
psicológica. Es decir, las personas se vuelven introvertidas. Con miedo. Mucho miedo.
Entonces, imagínate una población con miedo y creyente: NO HACEN NADA.
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¿y entonces por qué me tienen aquí?
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Por pensar.
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¿por pensar?
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Si. Por pensar.
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Todo el mundo piensa. Es un ejercicio natural al
ser humano.
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No queremos seres humanos pensantes.
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Necesitamos seres humanos obedientes.
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¿obedientes a qué?
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A seguir el orden.
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¿Cuál orden?
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Que queremos instaurar.
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¿de dónde?
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Desde el estado visible, con un nivel intermedio,
pero con un manejo secreto.
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No lo lograran.
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Claro que sí. Lo lograremos. De hecho, lo
estamos logrando.
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Pero existe una falla.
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¿Cuál?
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Yo.
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¿Tu?
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Si. Yo. Y ahora mucho más. Por qué acabo de
romper mis cadenas.
Propine un golpe a mi captor que lo dejo fuera de combate. Una alarma
general comenzó a sonar en todo lo que parecía ser una casa. Se sentían como
las balas pasaban a mi lado y arriba de mi cabeza. No había forma de escapar. Solo
una ventana daba al parecer a la calle. Me armé de valor y corrí como nunca lo había
hecho. Salte por la ventana sin antes sentir un rasguño en la pierna que finalmente
resulto ser una bala que rozo mi piel pero que causo mucho sangramiento.
La ventana daba a una pileta de agua. Y, no estaba en una casa. Estaba en
un edificio. Salte de un segundo piso. Salte de un segundo piso al centro de la
ciudad. Estaba en el centro de la ciudad. Seguí corriendo hasta tomar un taxi.
El chofer me pregunto el destino. Le dije a casa. Lléveme a casa por
favor…
Continuara.
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