Cuentos cortos de terror XI – La policía de la academia – Parte I.

            

               En mi celda. En mi cárcel. En mi casa. En mi dormitorio. En mi mente. En mi ser. ¿Mi ser? Al parecer ya no me pertenece. ¿Alguna vez se han perdido dentro de ustedes mismos? ¿se han perdido tan profundamente en ustedes mismos que pierden la noción del yo y el no yo?

            No puedo decir mucho. Debo decir poco. No puedo decir mucho. Debo decir lo justo. No puedo decir mucho. Debo decir lo que quieren escuchar. No puedo disentir. Las paredes escuchan. Algo o alguien humano y no humano está atento. Y está atento para acusar. Por que quien sale del enjambre es al que se le acusa de todo. El todo proyecta en él o ella lo peor. Y también lo mejor. Pero, con más fuerza lo peor. Lo malvado. El diablo se viste de silencio. De angustia. De ansiedad.

            No puedo dialogar. No puedo conversar. Nadie habla. Todos se esconden. Nadie grita. Nadie reclama. Todos se esconden en el silencio. Surge la afonía. Surge el mutismo. Surge la discreción. Surge la reserva. Surge la prudencia envuelta en miedo.

            Como nadie habla intente hacerlo. Pero nadie escucho. El miedo los capturo. Cuando el miedo los capturo capturaron mi mente. En este ir y venir de lo colectivo a lo individual me perdí.

            Mañana me entrevistan. No sé para qué. Una especie de dupla psicosocial vendrá a mi hogar. El virus esta por todas partes. Hace más de veinte años que el virus hace de las suyas. Y muto. Y muto. Y continúa mutando. Pero no murió mucha gente. Al contrario de lo que se pensaba solo murieron unos pocos.

            No puedo dormir. Estoy confundido. Hace muchos años que no me confundía. Perdí el norte. Espero no morir en vida. Sería muy extraño estar vivo en muerte. O morir estando vivo. O apagarse con los días. O sentir que tu alma poco a poco deja el cuerpo. El cuerpo puede quedar. El cerebro puede quedar. Las piernas pueden quedar. Pero, ¿Qué pasa si destruyen mi mente?

            ¿Será posible destruir la mente? Según algunos, la mente comprende el conjunto de capacidades intelectuales de una persona, como la percepción, el pensamiento, la conciencia y la memoria. Es también la parte del ser humano donde se desarrollan estos procesos. Se conoce también que mente es sinónimo de designio, pensamiento, propósito o voluntad.

            ¿Podrían destruir mis percepciones?

            ¿Podrían destruir mis pensamientos?

            ¿Podrían destruir mi conciencia?

            ¿Podrían destruir mi memoria?

            ¿podrían destruir mis designios?

            ¿Podrían destruir mi voluntad?

            ¿Podrían destruir mi propósito?

            Mi conciencia está estable. Mi propósito esta en jaque. Mis deseos se funden con el miedo.

            Ya casi amanece. Ya casi me vienen a buscar para la entrevista. Puedo ver como el sol comienza a salir. Rápidamente me levanto de mi cama. Me asomo por la ventana. Veo una ardilla. La ardilla me mira. No se asusta. Pero yo si me asusto. ¿Qué me han hecho?

            ¿Porque una ardilla debería asustarme? Y la respuesta viene como un relámpago a mi mente: me asusto por que se han metido con mi conciencia.

 

 

CONTINUARA: