Autómata - De la producción a lo humano - El Banco - Tercera reflexión.
Banco de la ciudad. Lleno de clientes. Todos hablan. Todos hacen silencio. El guardia te mira. En algún lugar de la ciudad. Miro la fila y me doy cuenta que me toca el puesto número 33. Treinta y tres personas antes de mí. Treinta y tres almas necesitan de la orientación del banco. No tengo paciencia. L a paciencia es un arte. Miro a mí alrededor. Todos están a punto de estallar. Todos no tenemos paciencia. Calculo y me atenderán en una hora más. El tiempo es oro. ¿Por qué perder tiempo en una fila? ¿Por qué no ocupar internet para hacer tramites? La respuesta es fácil: siempre cobran de más. Nadie es millonario. Poco lo son. La paciencia es un arte. A mi padre y a mi madre les costó años enseñarme el valor de la paciencia como teoría y como práctica. Paciencia es aguante. Pero el aguante tiene límites. Y quien aguanta mucho en algún momento revienta. De alguna u otra forma. Paciencia es e