Diario de un desvinculado - Otoño – Segunda semana - La Honestidad
No creas que quiera dar pena. Porque no se me ha pasado por la cabeza de que sientas lastima por mí. Tampoco quiero que sientas tristeza. Ni rabia. Ni cólera. Más bien te invito a que me acompañes. A mí me acompañaron pocas personas. Pero esas personas que me acompañaron en mi despido son valiosísimas. Y por ellos escribo. De alguna manera para darle las gracias a sus abrazos, palabras de aliento, palabras de motivación, palabras de amor, palabras de magia, de alegría, de seguir, con regalos traducidos en palabras llenas de sabiduría, de fe, de seguir construyendo. También quiero invitarte a reflexionar. Y te invito a reflexionar porque existe gente que ha determinado quitarse la vida frente a un despido o desvinculación. Imagínense; quitarse la vida porque te expulsaron de algún lugar. Créanme, sucede. Y con mucha frecuencia. Si escribo esto es porque nadie nos acompaña – solo la familia y muy pocos amigos - en un proceso tan difícil com