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Mostrando las entradas con la etiqueta psicología

Día 1 de 60

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DÍA 1 - Papa. ¿vamos a morir? Lo abrazo. Le doy un beso en su cabeza. Lo aprieto muy fuerte contra mi pecho. Me aguanto las ganas de llorar. Porque no serían lágrimas de pena. Serian de rabia, coraje, irritación. Tendiéndolo todo no tenemos nada. No hay nada que pueda luchar contra un virus. Excepto las ganas de sobrevivir, de vivir y contar lo que ocurrió. Depende del sistema inmunológico. Depende de cada cuerpo. Yo fumo. Si el virus entrara en mi cuerpo tendría el ticket directo a una muerte segura. Aunque no le temo a la muerte. Solo me preocupa que aún me queda por entrenar a mi hijo.  - ¿Puedes escuchar mi corazón? – le pregunto-  - Si – responde con voz temblorosa-  - Es igual al tuyo. La otra mitad es de tu mama. No solo tiene ritmo. Sino que también tiene fe y esperanza. Y no, no vas a morir. Mientras yo este de guardia no vas a morir. - ¿y si dios así lo decide? - Hablare con él. Pero, me debes prometer algo.  - Pero dime que cosa para ver si prometo o no

El Títere

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El Títere. El títere conoce al imbécil, al vago, al enfermo. Pero ellos no lo conocen.             Todos conocen al títere. Pero jamás al titiritero. El titiritero se esconde. El titiritero no muestra su cara. El titiritero es macabro. El titirero tiene muchos títeres.             Nuestro títere es normal, típico, especial, exclusivo, arrogante, sin estudios, ignorante, lo sabe todo y no sabe nada.             El titiritero   exalta – enaltece-  a un líder carismático. El títere piensa y así se le hace creer,  como una especie de deidad angelical que resolverá, de una buena vez y para siempre, los problemas del pueblo. El titiritero juega a ser dios. El títere juega  a ser el profeta. La palabra es el vehículo específico de interacción del títere. El títere  se siente el intérprete supremo de la verdad general y también la agencia de noticias del pueblo. Habla con el público de manera constante, atiza sus pasiones, “alumbra el camino”, y hace todo ello sin li

" Pequeñas grandes cosas de la vida" - Parte III

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07.52 hrs. Universidad de guayaquil Feder " Pequeñas grandes cosas de la vida" Pará variar fumo un cigarro. Se que hace mal. Soy el único que fuma. A veces, me avergüenza. Pero me gusta. Y me asusta. De pronto, Agustín me pide urgentemente que cuide su mercadería. Acepto. De la nada, aparecen aves. Unas más grandes, otras más pequeñas. Comienzan a comer las migas dejadas por hombres y mujeres que se alimentan en el desayuno. Se alimentan. Comen. Sin pelear. Sin conflicto de por medio. Al contrario, cada ave "cede" para que la otra coma no importando tamaño, color, figura y peso. Solo comen. Sin conflictos. Solo comen. Como sería un ave en un supermercado? Probablemente cedería su comida si es que fuera escasa. Es tonta la ave? No. No es tonta. Porque sabe que su especie es más importante. El "todos" es más importante que el " uno" Por tanto, el ave no sería egoísta. De todas formas, el ave que quedase sin comer no tardaría en recibir ayu

Historias de una (Des) organización - Parte I -

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Historias de una (Des) organización. . Parte I. Todos hablan. Y claro todos deben hablar. Somos humanos. Cada uno habla desde su perspectiva. Algunos son más claros. A otros no se les entiende mucho. Nadie lleva su profesión escrita en su ropa pero alcanzo a detectar quienes están más preparados o no. Una profesión es esencial. Es obvio. Es incuestionable. Es un fundamento para poseer cargos y la realización de actividades que busquen solucionar y crear estabilidad en una organización y en un país entero. No obstante, ahora no es tan obvio ni necesario y cualquiera puede ocupar puesto de trabajo sin los estudios necesarios. Eso es política. Sin embargo, los estados tienen cuatro grandes pilares; el social, el filosófico, el económico y el político. En los últimos cincuenta años solo nos hemos preocupado de dos; el económico y el político. He ahí la posibilidad de encontrar grandes organizaciones caracterizadas por malos tratos laborales o el peor de