Día 1 de 60
DÍA 1 - Papa. ¿vamos a morir? Lo abrazo. Le doy un beso en su cabeza. Lo aprieto muy fuerte contra mi pecho. Me aguanto las ganas de llorar. Porque no serían lágrimas de pena. Serian de rabia, coraje, irritación. Tendiéndolo todo no tenemos nada. No hay nada que pueda luchar contra un virus. Excepto las ganas de sobrevivir, de vivir y contar lo que ocurrió. Depende del sistema inmunológico. Depende de cada cuerpo. Yo fumo. Si el virus entrara en mi cuerpo tendría el ticket directo a una muerte segura. Aunque no le temo a la muerte. Solo me preocupa que aún me queda por entrenar a mi hijo. - ¿Puedes escuchar mi corazón? – le pregunto- - Si – responde con voz temblorosa- - Es igual al tuyo. La otra mitad es de tu mama. No solo tiene ritmo. Sino que también tiene fe y esperanza. Y no, no vas a morir. Mientras yo este de guardia no vas a morir. - ¿y si dios así lo decide? - Hablare con él. Pero, me debes prometer algo. - Pero dime que cosa para ver si prometo o no