Diario de un desvinculado – Inverno- Segunda Semana - Es momento de hacer una pausa activa.

 

Mamá

Tengo miedo.

 

-       Todas las cosas que me enseñaste las he aplicado. Pero, ¿o hablo distinto o nadie me entiende? ¿o caigo mal dónde voy?

-       Tienes que seguir aplicando lo que te enseñe. Pero, lo más importante es que también puedes modificar lo que te enseñe. Recuerda que yo soy parte de un segmento de la historia. No soy la historia entera. Soy solo un pedacito. Pero ese pedacito de historia que yo soy viaja contigo. Vive en ti. Es tuyo. Recuerda que si un día muero gran parte de mi queda en ti.

-       ¿Cómo es eso?

-       ¿Qué piensas de la muerte?

-       No lo sé. No la conozco.

-       Pero, ¿Qué piensas que pasara cuando yo muera?

-       Dejare de verte. Y me dará mucha pena.

-       Tranquilo. Desde que nacimos tenemos solo una cosa cierta: que algún día dejaremos de existir. La idea es entonces hacer lo mejor que se pueda mientras estemos con vida. O dejar en vida herencias que ayuden a seguir el camino en esta Tierra. Y si, tienes razón, no sabemos que pasara después. Pero, tengo la convicción que algo interesante pasará

-       ¿Tampoco le tienes miedo a la muerte?

-       No. No le tengo miedo. Más bien me la imagino como un paso a otra dimensión. A otro lugar. No creo en infiernos ni paraísos ni purgatorios. Pero no sé por qué creo en misiones. Tal vez muera y aparezca en otro planeta. Tal vez muera y tenga alguna misión. Como acompañarte, ayudar a alguien, reencarnar. No lo sé. Prefiero pensar así que pensar tan egoístamente en infiernos, paraísos y purgatorios.

-       Mamá, tengo miedo.

-       ¿de qué?

-       De no encontrar trabajo. De que se me desprecie como la última vez. Tengo miedo de entregar tanto para recibir tan poco. Tengo miedo de comprometerme y de que se rían en mi cara, tengo miedo de ahogarme de las iras por no ver algún avance concreto, tengo miedo de que todo se quede en el aire y al final nada se concrete, tengo miedo de que me deje mi esposa por no poder cumplir como hombre, como varón, tengo miedo de que otra vez me den la espalda.

-       Tranquilo. Te voy a dar algunos sinónimos de miedo. Vas a elegir alguno al final. ¿está bien?

-       Está bien.

-       Temor, pavor, espanto, pánico, terror, horror, fobia, alarma, susto, sobresalto o mieditis.

-       Elegiría mieditis porque me da risa. Pero elegiré alarma.

-       Ok. Ha elegido alarma como sinónimo de miedo.

-       Sí.

-       Muy bien. Una alarma es una señal o aviso que advierte sobre la proximidad de un peligro. ¿correcto?

-       Correcto.

-       Ahora, ¿Por qué le tienes miedo a algo que pasara si aún no ha ocurrido?

-       No entiendo mamá.

-       Sucede que estas asustado, alarmado por algo que no ocurre. Le tienes miedo, y te alarmas por el futuro.

-       ¿Por qué?

-       Porque me lo imagino de esa manera.

-       ¿y si te imaginaras otra cosa?

-       ¿Cómo qué?

-       ¿Cómo que en el futuro todo estará mejor?

-       ¿se puede?

-       Por supuesto. Si te imaginas que el futuro será sombrío, feo, penoso, lleno de iras, lleno de pobreza, lleno de tristezas;  así será. En cambio, si te imaginas que en el futuro cambiaras, estarás mas dispuesto, asumirás las culpas y responsabilidades del pasado para no repetir, si te imaginas que el futuro será lleno de bendiciones, de amor, de alegrías; Así será.

-       ¿Tan potente es la imaginación?

-       Sí. Pero no es magia. La imaginación es un proceso creativo superior que te puede permitir  transformar información generada por ti con el fin de crear nuevas situaciones. Donde puedes percibirlas tú como los demás. Tú eres un hombre muy creativo. No deberías temer.

-       ¿Me estás hablando de crear nuevas ideas?

-       Sí. Algo así. Pero cuidado, porque las ideas que te inventes deben ser también aterrizadas.

-       ¿Cómo es eso?

-        Es decir, ideas que sean alcanzables para ti.

-       ¿Cómo qué?

-       Por ejemplo, revisar en que eres bueno además de lo que ya sabes.

-       Buena idea.

-       Sí. Es buena idea.

-       ¿De dónde la sacaste?

-       Me la enseño tu abuela y tu abuelo.

-       ¿Cuándo?

-       Cuando me caí.

-       ¿y cómo te levantaste?

-       Con mucha fuerza. Con fe. Con motivación. Porque lo que jamás te puedes permitir es caer y nunca levantarte.

-       Gracias mama. Te amo mucho

-       Yo más... Hijo mío.