Lisovik - Parte I -
Lisovik.
Dedicado a mis amigos ucranianos que han visitado la página...
Este había sido uno de los veranos más
calurosos de todos los tiempos. Estábamos en Montes Rakhiv de Ucrania. No
obstante, el tiempo drásticamente cambio. Probablemente la Tierra o los vientos
solares tenían mucha relación con estos cambios climáticos. Lo último, lo había
señalado NASA hace aproximadamente veinticuatros horas atrás. Era martes 17 de octubre de 2017.
Estaba cerca de la iglesia de la plaza.
Revisaba algunos libros con un anciano vendedor. Me llamo la atención un libro cuya tapa hablaba
de la fe, la ciencia y el hombre. Eso alcance a entender por la explicación del
comerciante. Además, el comerciante de unos ochenta años traía la ropa al revés
y no usaba cinturón en sus pantalones. Le pague al hombre algo como tres
dólares. Me dio las gracias y me dijo muy seriamente:
- No olvides jamás la fe, la ciencia y al
hombre.
- Muchas gracias agregue. Por cierto, me
llamo Rodrigo.
- Lisovik. Mi nombre es Lisovik. Buen
viaje Rodrigo.
- Gracias Señor. Muchas gracias.
Guarde mi libro en ucraniano en mi bolso
y continúe caminando. Caminamos por casi dos horas. Les pedí a mis amigos que
me llevaran a lo más alto de la ciudad.
Mientras caminábamos conversábamos de nuestras aventuras al llegar desde
Chile y Ecuador.
Me acompañaban Demyan, Oleksandr, Daryna
y Alejandro. Demyan, Oleksabdr y Daryna podían pasar largas horas escuchándonos
ya que les encantaba el idioma español. Alejandro no hablaba mucho. Yo hablaba
hasta dormido.
Nuestro destino era poder ver el rio Tisza
a su paso por Rajiv (Punto más alto de la ciudad). Al final, casi cuatro horas
nos costó llegar. Cansados nos sentamos en el suelo mirando la belleza de la
ciudad y sus casas. Alejandro estaba muy cansado. Me decía que en Ecuador solo
se caminaba para ir a la playa o cuando querías comer cosas muy ricas como
pasteles, pescado o camarones. Denote que Alejandro no le gustaba caminar
mucho. Pero mi amigo fiel si me acompaño hasta el final.
Demyan mientras me hablaba en inglés,
porque ucraniano no entendía, tomaba mucha agua y me repetía mucho el nombre de
LISOVIK. Escuchaba atentamente que el nombre se relacionaba con la mitología de
esa área del país. Alejandro escuchaba atento, Oleksandr y Daryna también.
- Es tiempo de volver – señalo Demyan-
- No queremos encontrarnos con LISOVIK –
agrego Oleksandr-
- Lisovik – dije un poco extrañado- abajo
compré un libro y el mercader era un anciano de ochenta años. Él dijo que se
llamaba de esa manera.
No sé qué paso. Pero en ese instante
Demyan, Oleksandr y Daryna cambiaron el semblante. Sus rostros blancos
cambiaron a un pálido casi demacrado por lo cual me preocupe. Pensé que había
dicho una mala palabra o algo por el estilo. Casi después de un lago minuto uno
de ellos comenzó a llorar. El otro marcaba su celular que no le funcionó y
Daryna me abrazo a mí y a Alejandro. No entendía nada de lo que estaba pasando.
Un poco más calmados y con la noche casi
encima de nosotros Demyan hablo:
- Chicos, Lisovik es una criatura
sobrenatural que en esta época sale por los bosques de estos parajes. No sé por
qué ni como Rodrigo pudo hablar con él. Pero, como Rodrigo lo describe al
parecer era él.
No pude evitar reír como un loco acerca
de lo que me hablaban. Era como que yo les dijera que cerca del rio es
necesario esconderse por que el caleuche o el trauko andaban cerca. Miraba a
Alejandro y no se reía como yo. Él era una persona muy creyente. Mucho más que
yo. Oleksandr después de unos momentos señalo:
- Rodrigo. Dinos por favor exactamente que
te dijo el anciano. Pero no olvides por favor nada de lo que te dijo.
- Si. No hay problema. El sr. me hablo por
cinco minutos. Y lo que más recuerdo es que recalco cosas como fe, ciencia y
hombre
- ¡Mierda… Mierda mierda mierda!!!!!! - Gritaba Oleksandr –
- ¿Mierda que???? – pregunte un poco asustado-
- Es el llamado de Lisovik – agrego Daryna-
- Llamado de que – pregunte mientras una
lechuza se posó en un árbol cercano-
- El llamado de si puedes seguir o no aquí.
- ¿Aquí donde? – replique-
- Aquí en vida – agrego Alejandro-
- Rápido - dijo Demyan- cuando cuente tres nos
internaremos en el bosque. Correremos por diez minutos. Coloquen sus relojes. Iremos
en la misma dirección.
- Esto es serio – pregunte más que
asustado-
- Si. Muy serio – agrego Oleksandr –
- Entonces- prosiguió Demyan- cuando en
sus relojes ya marquen diez minutos pararan de correr. Y nos buscaremos. No hagan
ningún ruido. Pero ningún ruido. Prepárense… listos… CORRAN y no MIREN ATRÁS.
En mi vida había corrido tan despavorido
y sin poder gritar o emitir algún ruido. Solo un milagro podría salvarnos.
Alejandro corría muy cerca de mí. El, venia llorando. Pero corría. Demyan iba
primero. Solo alcanzaba a ver su chaqueta color naranja. Oleksandr venía detrás
de mí. Y Daryna corría cerca de Demyan. Mientras seguía a paso rápido recordaba
que no era muy creyente, que no había ido a la iglesia en años y que tenía una
forma muy especial de entender a Dios. Un
silbido salió de la nada mientras seguíamos nuestro camino por lo que mi corazón
comenzó a saltar más de lo normal. Sentía que moriría. Por primera vez una idea
muy oscura se me paso por la mente. Por primera vez sentí la muerte a mi lado. Por primera vez temí... Tal vez, jamás saldríamos del bosque…
Continuará…
Dedicado a ti donde estés…
A mis amigos ucranianos que han visitado
la pagina
Despierta
Solo nos queda existir...
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