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" Pequeñas grandes cosas de la vida" - Parte III

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07.52 hrs. Universidad de guayaquil Feder " Pequeñas grandes cosas de la vida" Pará variar fumo un cigarro. Se que hace mal. Soy el único que fuma. A veces, me avergüenza. Pero me gusta. Y me asusta. De pronto, Agustín me pide urgentemente que cuide su mercadería. Acepto. De la nada, aparecen aves. Unas más grandes, otras más pequeñas. Comienzan a comer las migas dejadas por hombres y mujeres que se alimentan en el desayuno. Se alimentan. Comen. Sin pelear. Sin conflicto de por medio. Al contrario, cada ave "cede" para que la otra coma no importando tamaño, color, figura y peso. Solo comen. Sin conflictos. Solo comen. Como sería un ave en un supermercado? Probablemente cedería su comida si es que fuera escasa. Es tonta la ave? No. No es tonta. Porque sabe que su especie es más importante. El "todos" es más importante que el " uno" Por tanto, el ave no sería egoísta. De todas formas, el ave que quedase sin comer no tardaría en recibir ayu

El Espectro - Parte I-

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              El espectro aparece de vez en cuando. Pero no se muestra directamente ante nuestros ojos. Lo hace a través del pensamiento. Y el pensamiento lo transforma en una idea. Potente. Idea que molesta. Duele. El efecto del espectro   es el miedo. Y el miedo paraliza o te hace correr. Cuando te hace correr te desespera, sin rumbo, sin orientación, sin guía, sin forma, sin contenido, sin signos. El miedo te hace perder el control. Y cuando pierdes el control solo piensas en una cosa: sobrevivir.                 Sobrevivir requiere un ejercicio que lucha por perpetuarse. Sobrevivir implica que la vida está en peligro. Y cuando la vida está en peligro se lucha por ella hasta los confines insospechados del comportamiento humano. A costa de cualquier cosa. A costa de cualquier objetivo. A costa de cualquier precio. A costa de la vida misma.                 El espectro se alimenta de ese miedo, de ese sobrevivir. A costa de cualquier cosa. El espectro tien

El Enfermo - Parte IV - Dedicada a quienes puedan despertar

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            Llego el momento de hacer un análisis y el enfermo se sentó en pleno para revisar junto a sus súbditos lo que habían logrado hasta el momento.             El enfermo antes de comenzar el análisis índico que se revisaría desde la fecha donde él y solo él habían comenzado su ardua tarea por querer cambiar el mundo. Al enfermo no le interesaba la gestión realizada antes de su actividad. Ya que, el enfermo no sabía del tiempo y el espacio. El enfermo no tenía recuerdos. No tenía memoria. Y era extraño,   ya que,   una persona sin memoria no tiene donde reposar su existencia.             La reunión comenzó con la entonación del nuevo himno. Posteriormente hablo el secretario general. Así mismo lo hizo el encargado de dicha reunión y finalmente fue el turno del enfermo.             Caracterizado por su arrogancia que solo era el reflejo de sus miedos más íntimos se puso de pie lentamente. Recogió sus hojas donde había construido el discurso y

El enfermo. Parte III. Dedicada a mis amigos de alemania

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Pero existen muchas diferencias entre creer en alguien y sentir admiración por alguien. Al enfermo solo le creían. Pero nadie lo admiraba. Al contrario, como el enfermo era mentiroso producía en las personas un rechazo inmediato que hacia no tener ganas de estar a su lado. Muchas veces para que terminara de una vez sus invenciones e intervenciones no lo interrumpe para dejar de contaminar el ambiente con sus supuestas verdades. La idea era que el enfermo terminara luego su intervención y el silencio se hiciera cargo de cualquier sala que el enfermo pisara.  Después de que la gente comenzó a creer en él, el enfermo se inventó una historia política. Nadie de su familia era política ni político. Al contrario, el enfermo provenía de una familia muy humilde con valores distorsionados en donde creían que lo bueno era pisar o pasar a llevar a todos y todas con tal de obtener resultados. Como sus corazones estaban llenos de malaventuras pensaban que el mundo era como el