Cartas a Dios: VII - Monstruos
Querido Dios, En las últimas semanas he visto cosas que no debería haber visto, y siento en verdad que algo ha cambiado en mí. A ti, mi Dios, tú que te escondes detrás de los pliegues de dos dimensiones; ¿es cierto lo que he observado? ¿Existe? ¿Existen? ¿Son reales? ¿Soy real como eso? ¿Soy real como ellos? ¿Existe la realidad? Recientemente, he sido testigo de eventos tan extraños y terroríficos que la lógica humana no podría entender. Ahora, me encuentro en las esquinas de nuestra realidad pero siento que se pueden derrumbar con facilidad. Incapaz de escapar, me encuentro en una telaraña compuesta de hilos invisibles, regida por las mismas directrices del cosmos y difíciles de entender. Los eventos en los que estuve no fueron malentendidos, al azar o generados por el cansancio. Contrariamente, rozo lo indescriptible, lo desconocido. Son presencias y sucesos que no tienen lugar en este mundo, no son manejados por simples mortales. Están programados más allá de los ecos de