Recursos In–Humanos – Nahuel - Chapter 1 - Una Herida Ignorada.
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¿Te encuentras bien? ¿te encuentras bien?
Y repetía la misma oración
cada diez segundos. Me imagino que estuvo cuatro horas repitiendo lo mismo.
Trate de recuperarme y
sentarme. Me costó demasiado. Tenía un fuerte dolor de cabeza. Una de las
maquinas me dejo con una herida grave en el lóbulo occipito- parietal con un
leve sangrado en la zona. Tuve que volver a recostarme por que sentí un intenso
mareo. Y no quería estar inconsciente por más tiempo.
La máquina que me había
golpeado sufrió un desperfecto y uno de sus brazos termino golpeando mi cabeza.
En la sala de emergencia de la organización donde trabajaba estaba solo con
otra máquina humanoide. Sin embargo, después de unos minutos llego el personal
médico.
El personal médico al llegar
hablo con el robot que me acompañaba. Uno de los médicos me pidió que no me
moviera en los próximos diez minutos. De mi cama médica salieron tres brazos.
Los tres brazos comenzaron a analizar todo mi cuerpo. Pero de un momento a otro
los tres brazos se quedaron concentrados en el área de mi cabeza.
Uno de los médicos dijo:
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¿Diagnostico?
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Traumatismo craneoencefálico – dijo la voz
metálica.
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¿posibles síntomas?
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Dolor de Cabeza, confusión, mareos, zumbido
en los oídos, deterioro de la memoria, visión borrosa, cambios en el
comportamiento, vómitos o náuseas repetidas, dificultad para hablar, debilidad
en los brazos o las piernas y problemas con el pensamiento y el aprendizaje. En
el peor de los diagnósticos el paciente podría morir.
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¿morir? – pregunte muy asustado.
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Tranquilo – dijo el médico.
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¿Muerte? – volví a preguntar mientras los
tres brazos se concentraron en una área específica de mi cabeza.
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No. Sin embargo, de todos los síntomas que
escucho probablemente sienta con mayor intensidad; deterioro de la memoria,
cambios en el comportamiento y problemas con el pensamiento y el aprendizaje.
De tal forma que seguiremos con el protocolo y le hare las siguientes preguntas:
¿nombre?
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Nahuel.
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¿edad?
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Cuarenta y cinco años.
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¿en qué año estamos?
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Año 2030.
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¿Dónde vive?
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En la zona 7
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¿casado o soltero?
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Casado
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¿hijos? ¿hombre o mujer?
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Uno. Hombre.
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¿amigos?
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No.
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¿con quién habla con fluidez?
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Con mi esposa, mi hijo y K320.
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¿K320 sigue en buenas condiciones?
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Si- mentí. Lo había reprogramado.
Después de estas preguntas el medico se acercó a los
otros dos galenos que le acompañaban. Después de unos minutos se me acerco uno
de ellos y dijo:
- Pensamos que estas en buenas condiciones. Sin embargo, te daremos un día de descanso en tu zona. Te enviaremos algunos consejos y sugerencias más remedios. Trate de seguir las instrucciones…
En ese momento entro mi jefe de área. Sin embargo, cuando llegó allí, en lugar de recibir su atención y apoyo, fui encarado con indiferencia y desprecio. El jefe de recursos humanos, el Sr. Thompson, me acusó de ser descuidado y de afectar la productividad de la organización con mi accidente.
Obviamente, me sentí humillado
y desamparado. Para el Sr. Thompson en vez de invertir en mi recuperación era
más productivo que siguiera trabajando. La productividad era lo más importante
para el Sr. Thompson.
De un momento a otro, llego
el abogado. El abogado aconsejo a mi jefe a que descansara un día. Ya
que, en términos productivos convenía mi mejoría a quedarme trabajando. Ya que,
si seguía trabajando mi productividad seria mínima. Casi nula. Además, que se evitarían obstáculos legales y
burocráticos que podrían complicar aún más la situación. De otro modo, el
abogado puntualizo que saldría mucho más barato un día en mi hogar que un día
en la organización. Ya que, un día en la organización implicaba; pago extra por accidente, pago extra por seguridad
social, reajuste de la pensión, indemnizaciones,
comida por un día, agua, electricidad, uso de prestamistas de salud, reajuste de jubilación, y
aumento de sueldo.
A regañadientes, mi jefe
autorizo mi día libre para mi recuperación. Después de un breve momento se
fueron entonces mi jefe y el abogado.
Los brazos de la máquina que
me analizaba volvieron a su lugar, se fueron los encargados de la organización,
se retiraron los médicos y me quede solo con Q120.
Q120 me ayudo a levantarme y
me asistió en el camino a la salida de la organización. Mientras salía de mi
trabajo a lo lejos veía a K320.
Ya a su lado K320 me
pregunto:
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¿Cómo está? ¿Cómo se siente?
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Como un objeto se deteriora día a día – le
respondí.
-
Descanse. Lo llevare a casa – señalo.
Aun golpeado y muy débil
K320 me subo al transporte y emprendimos el viaje a casa. Aproveche de seguir
durmiendo. El dolor se hacía más intenso por lo que K320 inyecto en mi cuerpo
sedantes para bajar el dolor.
Poco a poco comencé a
relajarme. Me relaje tanto que dormí todo el camino. De no ser por el fuerte
abrazo de mi esposa e hijo hubiese seguido durmiendo hasta el otro día.
-
Lo importante es que estas vivo- dijo mi
esposa mientras me abrazaba-
-
Así es- señale muy cansado-
Y esas seis simples
palabras: “LO IMPORTANTE ES QUE ESTAS VIVO” me acompañaron toda la noche
mientras le relataba a mi hijo y a mi esposa lo ocurrido…
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