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Mostrando las entradas de octubre, 2020

Nadie puede ser tan imbécil todo el día - Parte II-

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                       Estólido, es una palabra que significa que no comprende o no discurre. Es una palabra derivada de otra palabra: la de imbécil.                 Estólido, no obstante, es un estado, una etapa, una fase, un momento, un periodo. No es heredable pero si representable.   No es heredable genéticamente pero se aprende socialmente. Y nadie, pero nadie, puede ser tan imbécil todo el día. O estar en un estado estólido constante. La palabra estólido abarca problemas neurológicos y   cerebrales. Pero, no me referiré a nociones neurológicas   sino más bien, intentare acercar la palabra a una estancia educativa. A la esfera educativa. A la esfera formativa. A la esfera instructiva. A la esfera universitaria. A la esfera Laica.                 Cualquier...

La música y el viaje – Parte I-

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    De los primeros años de mi vida y de mi   conciencia, recuerdo imágenes. Pero estas no están solas. Siempre van acompañadas de música. Sin música no puedo tener imágenes, ni pensamientos, menos recuerdos. Un sonido, una armonía, acordes, un compás, me hacen viajar y perderme en lo cotidiano, lo ordinario, lo normal, lo que hay que hacer, lo que hay que completar, lo que hay  que responder, lo que hay que decir, lo que hay que señalar, lo que hay que respirar, lo que hay que entregar, lo que hay que cumplir, lo que hay que escribir, lo que hay que sentir, lo que hay que cobrar, lo que hay que recuperar, lo que hay que administrar, lo que hay que pagar. La música escapa a todo lo anterior. Yo tengo dos vicios que no me puedo quitar. El cigarrillo y la música. El primero me llevara seguramente a la tumba. Pero el segundo me llevara a la tumba en un tobogán encantador, placentero, seguro, lleno de altos y bajos acompañados de un túnel multicolor que me indicara...

Cuentos Cortos de Terror XVI- Averno - Parte V.

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  El príncipe de las tinieblas era un ser sumamente extraño. De un color rojo vivo incandescente,  su color a veces no permitía mirarlo por más de un minuto. El calor era insoportable. Y la sola presencia del muy intimidadora.             Comenzó hablando en un idioma que no podría definir. Al darse cuenta que no entendía lo que decía sentí su voz en mi mente. En mi cabeza. Era una locura. Entendí por primera vez lo que deben sufrir ciertas personas con alucinaciones o ciertas enfermedades mentales  y cuando alguien les habla sin percibir de donde viene la voz.             El príncipe de las tinieblas también entendió que su forma no era muy confiable por lo que en cosa de tres segundos cambio y se transformó en un ser humano más.             Vestido totalmente de negro, con unos ojos rojos y un pelo que...