Político, ándate a tu casa - Parte I-
Politician, go to your house
Politiker, geh in dein Haus
политик, иди к себе домой
politico, vai a casa tua
政治家、あなたの家に行きなさい
政治家,去你家
Político, ándate a tu casa.
Prendo
el televisor, escucho la radio, veo internet, muchas entrevistas. Llevo más de
veinte años viendo las mismas caras políticas. Los mismos gestos políticos. Las
mismas palabras usadas o recombinadas. He visto muchos procesos. He visto
muchos acontecimientos. Obvio, como cualquier ciudadano. Y no cliente.
Los
que se equivocaron se vanaglorian de la democracia y el ejercicio de la
libertad. No obstante, la democracia que emana esta encubierta de culpa y pecado
asquerosamente disfrazado de amor, comprensión y ternura.
En
términos económicos de ventas fallidas, malos contratos, infinitas ilegalidades
al código de trabajo, corrupción y así podría escribir infinitamente como el
universo en expansión.
De
pequeño, mis padres - sin profesión pero con profesión de oficio- amigos,
familiares, vecinos, conocidos, conocidos de conocidos, conocidos de conocidos
de conocidos, aprendimos – entre muchas cosas artesanales- a pedir disculpas, perdón
y a alejarnos.
Jamás nos enseñaron a que cometido un hecho
nos apropiáramos del mismo. Si un hecho ocurre y no estoy involucrado, se hace silencio. Después de eso se da las
gracias. No fui yo, fuiste tú. Me enorgullece que hayas sido más valiente que
yo.
No
fueron ellos. FUIMOS SIEMPRE NOSOTROS.
Es
extraño, conozco gente que se jacta y se apropia de la ex venida de Dios y de -según
su distorsión de la realidad -que pronto vendrá. Aun lo estamos esperando. El
dios trasmuto y se transformó en un AQUÍ ESTOY. Con o sin ti.
¿Por
qué se apropian de algo que no hicieron? Bueno, en cualquier parte apropiarse
de lo que no es de uno se llama; robar. Debería ser más claro. ¿Por qué se
roban hasta una manifestación sin bandera más que la propia vida y el orgullo
de pertenecer a una tierra?
Absolutamente
fuera de contexto se encuentran los de derecha, los de izquierda, los de
centro.
La
manifestación fue hecha desde el lugar más humilde y único que nos hace
ganarnos la posibilidad de existir. De tener conciencia. De vivir. La manifestación
fue hecha desde la conciencia con un lema; somos seres humanos. Somos seres psicológicos,
sociales y biológicos.
De
otro modo, se gritó en un solo momento; no somos personas, no somos individuos,
no somos economía solamente, no somos números, no somos política solamente. Somos
también filosofía y hechos sociales. Somos seres humanos.
Si
continuamos con la posibilidad de recambios de gabinete, otras caras mismos
ideales, los mismos partidos, las mismas banderas ocurrirá algo fatal: NADA.
Es
tiempo que los niños tomen el poder. Los adultos que nos gobernaron y gobiernan
no hicieron nada. Solo contaron billetes. Solo pasearon en yates. Solo compraron
bienes materiales.
A los niños nos gusta jugar, crear, soñar, salir,
reír, llorar, respirar, animar, conversar, dialogar.
Es
tiempo que los niños tomen el poder. Es tiempo que los niños gobiernen. Los niños
escuchan. No son malos. Son bondadosos. Los niños no se aferran a lo material. Más
bien se aferran a lo inmaterial.
Los
niños se aferran a los sentimientos, a las emociones, a los abrazos, a los te
quiero, a los te amo.
Los
niños son bondadosos.
SOMOS
bondadosos.
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