El show sin sentido. - Parte I -
Un show intenta desde todo punto
de vista exhibir un hecho, acontecimiento, un accidente, una experiencia, un
acto e incluso puede ir mas allá cuando se entreteje con la realidad social. El
show tiene un elemento fundamental: es irreal, creado, modificado, transformado
e intenta guiar forzadamente a un resultado. Quien ve o es parte del show puede
CREER o PENSAR.
Creer es muy distinto a pensar. Creer, es
pensar con los ojos cerrados. Pensar, es cavilar con los ojos abiertos. Por tanto,
creer es entregarse al conocimiento. Pensar, es construir conocimiento. Creer,
mata la creatividad. Pensar, la estimula. Creer, genera quietud. Pensar, genera
inquietud. Creer, mata la evolución. Pensar, la motiva.
El
show repite eternamente el patrón de lo inmóvil. Es decir, el show no avanza. Al
contrario, estanca.
El
show genera inercia en el pensamiento. Y esto significa que te toma de la mano
y te lleva a un paseo donde solo debes observar. El show sabe que el 90% de la información
es recopilada por nuestro mayor sentido; la vista.
El
show es macabro. No repara en cuestionar la fuente de los hechos en ocasiones. Lo
que provoca una construcción invalida y discapacitada de la capacidad de
interpretar. Interpretar es darle sentido a un fenómeno. Para interpretar se
necesita como mínimo la contradicción de algunos hechos. Pero necesita
fundamentalmente de ti, de él, de ellos, de nosotros. Y eventualmente de un
resultado.
El
show sabe que tiene que hablar antes que los demás. El show SE EMPODERA de lo
que no le pertenece. El show es ladrón, mentiroso, arrogante, con un encanto
superficial que asusta, con ausencia total de remordimiento o culpa, utiliza el
discurso ajeno lo hace suyo y lo vomita, tiene ausencia de empatizar con las
personas, es impulsivo, irresponsable, no tiene objetivos realistas y a largo
plazo, tienen la necesidad de estimulación constante y tendencia al aburrimiento,
y en ocasiones demuestra conductas delictivas.
Por
ejemplo, todos los shows de concursos intentan hacerte creer y pensar que
ganaras el premio mayor. Todos los shows de música te hacen creer y pensar que
te transformaras en el mejor cantante del mundo. Todos los shows acerca de la
realidad social te hacen creer o pensar que ese acontecimiento está a la vuelta
de la esquina de tu hogar. Todos los shows te hacen creer y pensar que estamos
a punto de la hecatombe de la raza humana. ¿Sin embargo, te diste cuenta de un
detalle? Creer o pensar? ¿O creer y pensar? En otro momento hablare de esto.
Esta
el show político. Donde quien se supone que preconiza la política desde su
escritorio genera discursos entretejidos sobre fundamentos sin estructuras
racionales.
El
político que construye show no hace nada por nadie, pero está en algún cargo importante.
Este cargo importante no es coincidencia. Ya que quien dispuso de ese cargo
para el solo necesita que sepa respirar. Por que quien selecciona a alguien
para ocupar un cargo político que solo sepa respirar no necesita pensar; SOLO
OBEDECER.
El
político que construye un show es capaz de empoderarse, asimilar, y creer que
la realidad social es el resultado de su gestión. De su única gestión.
El
político que construye un show roba la subjetividad de los menos preparados intelectualmente
y emocionalmente haciéndole creer que él es el salvador de sus tragedias.
El
político que construye show es, en la actualidad, una persona infiel. Es amante
de las redes sociales, de Facebook, de Twitter, de Instagram, entre otros, y por
cada cosa que hace o piensa o cree lo publica. No obstante, la realidad virtual
jamás sustituirá a la realidad social. Es decir, esa realidad que sucede todos
los días más allá de la mente y el cerebro personal.
El
show intenta generalizar. Es decir, generar una masiva idea de que ocurre en
todas partes, al mismo tiempo, a la misma hora. En este mismo instante.
El
show puede ser inmensamente infinito. Puede tratar de política, juegos,
concursos, búsqueda de amor, deporte, entre otros.
El
escalofrío se torna patente cuando quien sabe de cómo funciona el efecto de
quien ve cualquier show conoce su engranaje. Ya que, comienza la manipulación. Manipulación
que solo busca un resultado: la vanidad de estar al medio de cualquier
gratitud.
El
show busca entre otras cosas ahondar en la mente. La mente siempre ha sido
influenciable. La mente se alimenta de imágenes, pensamientos, lenguaje,
recuerdos, entre otras cosas.
La
vanidad del show es solo una de las tantas caretas del sin sentido. Y el sin
sentido no es un aporte; es cáncer para la existencia.
Para
tu existencia. ¿A menos que pienses que volverás a la Tierra?
Lo
dudo.
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