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El enfermo. Parte III. Dedicada a mis amigos de alemania

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Pero existen muchas diferencias entre creer en alguien y sentir admiración por alguien. Al enfermo solo le creían. Pero nadie lo admiraba. Al contrario, como el enfermo era mentiroso producía en las personas un rechazo inmediato que hacia no tener ganas de estar a su lado. Muchas veces para que terminara de una vez sus invenciones e intervenciones no lo interrumpe para dejar de contaminar el ambiente con sus supuestas verdades. La idea era que el enfermo terminara luego su intervención y el silencio se hiciera cargo de cualquier sala que el enfermo pisara.  Después de que la gente comenzó a creer en él, el enfermo se inventó una historia política. Nadie de su familia era política ni político. Al contrario, el enfermo provenía de una familia muy humilde con valores distorsionados en donde creían que lo bueno era pisar o pasar a llevar a todos y todas con tal de obtener resultados. Como sus corazones estaban llenos de malaventuras pensaban que el mundo era como el

La sutileza de la naturaleza

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                 jamás imagine que un movimiento tan sutil como el de una hoja al caer de un árbol pudiese remover los escombros de la memoria. Retrocedí casi 37 años solo mirando una hoja que se desprendía de aquel árbol frente a la ventana de mi dormitorio. Se que es una hoja. Se que no habla. Se que no es un elemento que pueda perturbar a casi ningún ser vivo.  Se que la hoja que se desprende es el inicio del camino hacia la muerte y su renovación. Tal vez, la caída de una hoja también sea un acto de revolución.             A partir de ahí comencé a pensar. Cuarenta y dos años tengo en la actualidad. Veinte me han de quedar. Que haré con esos veinte años. E inmediatamente mientras la hoja seguía cayendo y mucho antes de pisar el suelo vi en ese viaje como la hoja daba vueltas y era embestida, giraba muchas veces y casi cuando ya tocaba el suelo volvía a la cima de su viaje. esa hoja no tenía miedo. Esa hoja no sabia de sombras, de pánico, de pavor.             Y pensé: miedo.