Antes de ser humano: cámara de reflexión

Me acerco al letrero de mi nuevo destino. Dice: “ bienvenido... deja tu sombra y entra con tu luz sin miedo a la nueva dimensión”. Me quedo inmóvil durante algunos minutos. Dudo. No se si entrar. Una cara amigable me mira, me saluda y me dice: - Entra sin problemas. No temas. Solo teme a tus fantasmas. - Gracias- le señalo seriamente. Sigo en el acceso y finalmente me atrevo a entrar. Una persona, que desconozco, me señala el nuevo camino a seguir. Entro. Es una sala pequeña. Oscura. Pero no hace frío. Es cómoda. Siento una música. Me relaja. Me consciente. Y a mi mente vienen una serie de pensamientos. ¿Qué hago aquí?. ¿me podré ir?. Aun estoy a tiempo para salir arrancando. Pero realmente no lo quiero. Ya elegí estar aquí. Nadie ni nada me ha obligado jamás a tomar algún camino. Toco mi cara, mis manos la música inspira a eso. Comienzo...