El incendio que nunca prendió? - El incendio de tu propia existencia -
Son
tan extraños los tiempos que vivimos en la actualidad. Existe tanta información y fuentes de
información sin “fuentes” claras de las
cuales nos alimentamos durante nuestra vigilia. Pero lo peor de todo es que al
final del día llegamos a una gran conclusión: sabemos mucho. Pero sabemos mucho
de nada.
Sabemos
del cambio climático, sabemos de baile, sabemos de política, sabemos de
extraterrestres, o de pronto, sabemos
mucho de todo pero ese saber sigue no siendo aplicable a lo que verdaderamente
nos debería importar. La pregunta sería:
¿Qué nos debería importar de toda esa tormenta de información que recibo en el día?
Justamente
ahí comienza la aventura por cuestionarnos de que me ha servido toda la
información que he recibido durante días, semanas, meses y años. Y, me puedo encontrar con grandes sorpresas.
Como por ejemplo, que mi conocimiento está restringido, obsoleto y que se aleja
por mucho del lenguaje común o lo que la mayoría de las personas comenta o
comparte en una interacción de amistad o en relaciones más formales. Pero también
la gran sorpresa podría ser que: probablemente todo lo que aprendido hoy no me
sirve para nada. Porque solo he consumido opiniones, ideas sin fundamentos y
basura de videos de no más de un minuto que se repiten por semanas sin sentido
alguno más que de entretener.
No tengo
nada contra la entretención. Sin embargo, la entretención también tiene su
espacio. Y ese espacio viene después que se ha construido algo de valor como
nuevas ideas, soluciones a grandes problemas o descubrimientos de grandes
misterios con sus respectivas respuestas.
El entretenimiento
sin una gota de pensamiento formal (leer, estudiar, investigar) tiene una falla
que no sirve para nada. ¿Y porque no me sirve para nada? Porque además de informarnos por diferentes
canales como televisión radio, redes sociales,
solo siguen una dimensión qué es la de repetir lo mismo durante horas el
mismo día.
Por
ejemplo, si se produce un incendio A las
6 de la tarde todos las canales y todas las redes sociales informan acerca de
incendio (y es correcto porque todos necesitamos informarnos) Sin embargo,
no existe una solución, es decir, pensar a largo plazo qué podría evitar qué ese
mismo incendio se produzca en otro momento.
¿Qué
significa esto? Qué habrá pasado un año
y el incendio probablemente puede volver a producirse y lo peor; seguiremos sin
una solución.
Algunos
científicos señalan que los seres humanos somos seres de repetición, es decir,
que durante mucho tiempo hacemos las mismas cosas sin ninguna modificación
transformación o evolución. Y qué las
transformaciones y las grandes evoluciones llevan años, muchos años que
cualquier generación que tuvo un problema no alcanza a ver la solución.
Tal
vez, en nuestro lecho de muerte o
incluso antes habiendo alcanzando una máxima sabiduría producto de la vejez,
logremos encontrar las respuestas a las grandes preguntas que no hicimos
durante años pero lamentablemente no la podremos aplicar debido que nuestro
cuerpo, nuestra mente y nuestro espíritu ya comenzarán su camino hacia otra
realidad. Probablemente, nuestro trabajo
como seres humanos será preparar a las próximas generaciones a luchar contra
virtudes y defectos y será ese nuestro
gran regalo, es decir, nuestra herencia en
cuanto a aprendizaje y conocimiento a las próximas generaciones.
Suena
ridículo porque uno podría pensar que mi vida no tuvo sentido ya que me la pasé
y nos la pasamos repitiendo una y otra vez lo mismo sin ningún sentido sin
ninguna entrada nueva y ninguna salida
creativa.
¿Es
fácil que una conciencia despierte? No
es fácil que una conciencia despierte. Pese a que todos tenemos conciencia la
intensidad de esta no es la misma en todos. Porque la transmutación de la conciencia se
produce cuando una idea o un pensamiento valioso se instala en nuestra mente y
permite ver el pasado el presente y el futuro.
Si alguno de nosotros lograse tener conciencia de lo realmente
importante probablemente podríamos ver ese pasado ese presente y ese futuro.
Pero
no solo debo luchar contra el contorno exterior o el medio exterior sino que también
todos los días hay que luchar contra nuestra propia personalidad (un pedazo de
conciencia). En este contexto la lucha estaría caracterizada por nuestra
personalidad y el contexto en el que nos movilizamos y otros seres humanos con
otras características. Porque hay personas tímidas, hay personas que piensan que no les interesa
lo que uno piensa, hay personas que
piensan que cuando uno piensa se está volviendo loco, porque al parecer en lo único que debemos
pensar y en nuestros únicos objetivos qué debemos alcanzar se relaciona más
bien con el éxito, el tener, el consumir y obviamente el mostrar como todo ese
tipo de herramientas innecesarias son parte de mi vida. Pero, ¿será realmente
importante “tener” para “mostrar” por
ejemplo en las redes sociales lo mucho que he logrado desde un punto de vista
material para ser aceptado y congratulado.
También
hay que pensar que hay personas que no les gusta salir de su zona de Confort, su
círculo vicioso, su trabajo cotidiano,
su esfera de ciencia ficción, su círculo conocido, su mente contraída por lo
que solo detectan sus ojos, su
existencia, es decir, lo que las personas llaman equivocadamente
vida.
A mí
juicio, la vida es para explorar, la vida fue hecha para descubrir, investigar, reflexionar, viajar hacia adentro y hacia afuera, Y probablemente lo más importante es que la
vida fue hecha para aprender y por qué no para enseñar.
Sin
embargo, y estas son las cosas que no me dejan dormir, pienso que la información que recibimos todos los días de
la televisión de la radio y de las redes sociales tiene como fin o como
objetivo supuestamente “educativo” reforzar y castigar.
Solo
piensen por un segundo, bueno es
imposible pensar en un segundo, pero
haremos el intento, con el ejemplo que
les daba hace un momento sobre el incendio: sí me pasó más de 6 horas viendo un
incendio no solo estoy reforzando la idea negativa de que un incendio es un
peligro sino que también paso 5 horas de
mi vida repitiendo la misma información acerca de ese incendio. Son 5 horas valiosas que he perdido de mi
vida. Y peor aún; no hay retorno, es decir, no hay retroalimentación, es decir,
no hay conocimiento. Recuerden; las redes sociales no piensan, SOLO REPITEN.
Recuerden; LAS PANTALLAS NO HABLAN SOLO REPITEN. Los únicos que pensamos somos los seres humanos
(de momento) cuando compartimos información, cuando dialogamos, y pasa por el
filtro de mi (nuestra) existencia que genera más pensamientos.
Ahora, cuándo se producen los incendios, sin embargo,
la información o las informaciones señalan que fue producto no natural es decir
hecho por la mano de un ser humano. Somos tan sensibles y empáticos que
llegamos a pensar que incluso podría haber sido culpa mía, ya que, quien lo
produjo fue un mismo miembro de mi raza. Repetir lleva a reforzar y reforzar
puede congratular o castigar. En este sentido lleva a castigar.
Finalmente,
deberíamos preocuparnos por generar un mejor presente y pensar en un futuro En
dónde jamás se pudiesen volver a provocar incendios.
El
incendio es solo un ejemplo. Pero hay
muchos otros ejemplos que pasarán delante de tu nariz durante años y que te
acompañarán hasta el lecho de tu muerte.
La idea
sería evitar a toda costa sentir con mucha tristeza que nada ha cambiado
durante tu viaje por la Tierra. La idea sería no decir con tu último aliento: “nada
ha sido transformado, nada ha cambiado, no
hice nada por transformar la realidad.
Así como llegué me voy. Mi vida no tuvo sentido”.
Y la
idea es que tu vida si haya tenido sentido...
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