Failed 2 - Y nunca aprenderemos? - Segunda percepción
En la
actualidad, los puestos de trabajo van y
vienen. Vienen y van. Pero, existe en el ambiente la creencia que los puestos
de trabajo son para siempre. Y, les tengo una mala noticia. Los puestos no son
para siempre. Y si, son temporales.
Que sean
temporales significa que comienzan y tienen un fin. Significa que antes de
comenzar a hacer cualquier gestión se necesita conocer con quien se trabaja,
para qué se trabaja, para quien se trabaja, con quien se trabaja, que se hizo,
que falto, y hacia donde se quiere llegar.
Esto
sería lo característico de cualquier trabajo. De hecho, esta en todos los
libros o la mayor parte de estos ligados al ámbito laboral.
No obstante,
los trabajos se han politizado de tal manera (a diferencia del trabajo de
nuestros padres) que quien reina en los nuevos territorios expulsa, bota,
despide, sin importar la procedencia o el trabajo realizado y trae consigo un nuevo contingente de
personas que “intentaran” salvar el “reino” a como dé lugar.
Grosso
error. A los colaboradores no se les bota o despide sino que se les capacita. Pese
a las innumerables fases cíclicas de reducción de colaboradores o de nuevas
contrataciones aun y si es que nunca se han tenido las reglas o leyes o normas
al tanto de los hechos reales de las organizaciones, los despidos ocurren de
todas formas.
Solo
existe una premisa, una constante, un patrón en el ámbito laboral de algunas
organizaciones y esta es; “quien me apoye se queda” y; “quien difiera se va”.
La politización
del ámbito laboral nada tiene que ver con el crecimiento de una organización. Al
contrario, la contrae por que la deja sin “mente”. Si politizas la o las
organizaciones laborales solo creas una mente
unificada que tiene los días contados al fracaso. Y como no, si el fracaso
se produce cuando “la mente” deja de fluir, deja de moverse, deja de aprender,
deja de enseñar, deja de coexistir con otras “mentes”.
La “mente”
necesita de otras mentes para poder alimentarse. Alimentarse en cuanto a
pensarse, reflexionar, recrearse, proponerse y avanzar.
El nuevo
supuesto líder que viene a hacer un cambio radical y a cambiar todo lo malo que
ha sufrido la organización (pensamiento psicótico y que solo traerá más
penumbra) piensa que con sus nuevas directrices le dará nuevos pulmones y guiará
a la organización que ha sufrido durante días incontables y que ha sucumbido
ante la desesperanza. Grave error. Porque
no es el líder el que tiene que determinar este diagnóstico sino que es el líder
y quienes forman parte de una organización lo que tienen que determinar “en qué
momento se encuentran” y hacia donde se quieren dirigir.
Sin embargo,
el doble vínculo hace su aparición. Ya que, el líder llama a cambiar la organización
solo por una formalidad pero lo que hace es disfrazar ese gran cambio en
concordancia con todos en una cacería con destino fatal. Es decir, el llamado a
cambiar se transforma en un pretexto de despido. Discúlpenme, no les explique
lo que significa doble vínculo. Doble vínculo fue postulado por Gregory Bateson
y originalmente intentaba explicar las causas de la esquizofrenia a través de los
patrones de comunicación. Sin embargo, actualmente se utiliza para explicar los
dilemas que surgen en el receptor cuando una persona emite dos mensajes
contradictorios.
Los mensajes
contradictorios serian en el ámbito laboral: “Ustedes son los que tienen que
cambiar el mundo, ustedes tienen la responsabilidad de hacer un mundo mejor, pero soy yo quien toma la última decisión y
tiene la última palabra, diría el supuesto líder.
Entonces,
cuidado con seguir repitiendo patrones, cuidado con seguir dándonos vueltas en
el mismo eje, cuidado con discursos vacíos, cuidado con los discursos
familiaroides de algún líder ya que, está directamente dirigido al fracaso.
Para
terminar, nuestros ancestros se descubrían en un trabajo y se morían en este. Pero,
el recorrido que realizaron con virtudes y defectos los transformo en grandes
personas, en grandes seres humanos salvo contadas excepciones.
Les recuerdo, En la actualidad, los puestos de
trabajo van y vienen. Vienen y van.
Pero, existe en el ambiente la creencia que los puestos de trabajo son para
siempre. Y, les tengo una mala noticia. Los puestos no son para siempre. Y si,
son temporales.
Los líderes
no son para siempre. Porque también vienen y van. Y un mal líder lograra hacer
llegar a sus encargados al paraíso o sencillamente al infierno.
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