Quien tenga el control de la naturaleza, tendrá el control del ser humano
Intentare
ser lo más sencillo y simple en esta travesía por el intento de explicar algo de vital importancia para el ser humano.
La ionósfera es una capa
superior de la atmosfera, ubicada
entre los 80 y 500 km de altura, donde tienen lugar procesos de ionización, de
allí su nombre. La palabra ionósfera se compone de dos términos de origen
griego: ἰών (ion), que se refiere al átomo y su propiedad de transportar carga
eléctrica, y σφαῖρα (sfaira), que significa ‘esfera’.
La
ionosfera es un lugar de excelente conducción eléctrica, lo que facilita
la propagación de ondas de radio y
televisión (Fig.1)
La
ionósfera a su vez se subdivide en
varias capas, conocidas con las letras D, E, F1 y F2. Las capas más
bajas, D y E, son idóneas para las ondas de radio de baja frecuencia, mientras
que las más altas, F1 y F2, reflejan las ondas de radio con frecuencias
mayores.
FIG1 1
No hay que olvidar que gracias a la ionosfera podemos propagar las ondas de radio hasta diferentes lugares del planeta. También podemos enviar las señales entre los satélites y la Tierra, nos protege de las radiaciones peligrosas del espacio exterior, podemos ver fenómenos naturales preciosos como la aurora boreal, nos protege también a nuestro planeta de las masas rocosas celestes que entran en la atmósfera y gran parte de los meteoritos que inciden sobre nuestro planeta son desintegrados dando forma a estrellas fugaces.
En resumen:
Ø - La ionósfera absorbe
los rayos ionizantes provenientes del Sol y se comporta como un escudo
protector que permite que la vida en la Tierra sea posible.
Ø - La ionosfera presenta fuerte ionización causada por la radiación
solar y afectan de modo importante a la propagación de las ondas radioeléctricas
(Fig2)
Ø - tal vez el punto más importante se relacionan con que en la
ionosfera hace millones de años se sucedieron los enlaces del nitrógeno con
partículas alfa y se produjo isótopo de oxígeno, este oxígeno poco estable,
constituyó enlace con el hidrógeno y así se formó el elemento agua.
Ø - El proceso de formación de la estructura básica de la vida
(proteínas) se formó en la ionosfera, la cantidad de iones, radicales libres y
enlaces de diversas variedades dio origen a la estructura de la vida tanto
animal, vegetal y la humana, es decir; el laboratorio donde se formó el ADN.
Ø - La ionosfera tiene influencia en las emisiones electromagnéticas,
en las variaciones que se producen en el campo magnético terrestre. La
ionosfera tiene la misión de regular la electricidad y el magnetismo terrestre,
inclusive tiene relación con el sistema de acondicionador de temperatura, ya
que la ionosfera no permite que haya incrementos de energía para la vida en el
planeta Tierra, de allí que los argumentos sobre el calentamiento global
pierden vigencia frente a la responsabilidad reguladora y protectora que nos
ofrece la ionosfera. (Fig3)
Ø - Podemos comparar a la ionosfera con el Sistema Nervioso Central
del cuerpo humano, la ionosfera es el sistema Nervioso Central de la Tierra,
trabajando en armonía con el núcleo de la Tierra (corazón del planeta),
cerrando un ciclo perpetuo y dinámico para impedir los desajustes en nuestro
planeta.
Ø - Aquí no habrá calentamiento
global, no habrá deshielo de polos, la ionosfera como memoria RAM del planeta
Tierra velará para que todo continúe de acuerdo a su programación, por muy
perverso y malvado que sea el corazón humano. De allí que podamos parodiar que
el planeta piensa, la naturaleza habla, llora cuando se le hace daño, también
escucha cuando se le suplica. La Tierra tiene cerebro, tiene corazón y expresa
su belleza a través de todo lo que nos rodea.
Ø - Surge una interrogante de
vital importancia; si la mente humana
con su energía (pensamiento) vibra a la frecuencia de la naturaleza y logra
llevar mensajes para transformación (la fe mueve montañas). Además que la
energía electromagnética del pensamiento y la de la naturaleza interactúan en
simbiosis para preservar, corregir y enmendar.
Ø - De otro modo, los supuestos animales irracionales como entidades
energéticas; logran aprender a convivir con el entorno, canalizan e interactúan
a través del magnetismo terrestre toda esta información con la nube electrónica
de la Tierra llamada Ionosfera.[1]
Ø - ¿Será que nuestras peticiones a través de las ondas
electromagnéticas del cerebro llegan a esta capa y luego a través de las leyes
de la naturaleza y de la armonía encontramos respuestas a peticiones o
soluciones a problemas? ¿deberíamos rezar entonces a la ionosfera? ¿dios es la
ionosfera? ¿los ángeles están en la ionosfera?
Fig. 2
Fig.3
La resonancia Schumann y efectos en la salud y planeta
Se comprobó que
estas ondas vibran en la misma frecuencia que las ondas cerebrales de los seres
humanos y mamíferos, o sea, 7,8 Hertz por segundo.
Se ha visto que
la Resonancia Schumann del planeta se ha elevado de 7,8 Hertz a 12 Hz en los
últimos 8 años y se mantuvo en los 7,8 Hz durante miles de años, y a partir del
año 2000 una energía de cuarta dimensión alteró la carga electromagnética de la
Tierra.
Investigaciones
señalan que la Resonancia Magnética, RS, se hace presente hoy en un paso
acelerado del tiempo. Esto nos dice que las 24 horas diarias ya no lo son, sino
que nominalmente, pues estamos viviendo solamente 16 horas. Esto explicaría
nuestra aceleración diaria y la sensación de que los días y semanas “pasan
volando”.[2]
Hace 3 años la
frecuencia subió a 30 Hz y hoy se estima su aumento a 36 Hz, alterando equipos
de estudio del espacio y daños en la salud de la población, causante de
enfermedades como el cáncer, depresión, estrés, trastornos en la presión
arterial y trastornos en el sueño. [3]
Estudios
expresan que “los más sintonizados con la frecuencia normal son las tribus
indígenas, que están conectados con la Tierra, la naturaleza”.
“Todo en nuestra
vida es vibración”, decía Albert Einstein. Todo es conexión, todos somos uno,
uno somos todos. Como seres de energía tenemos capacidad de conexión con el
Universo y sintonizamos con las fuentes de energía, con diferentes latidos y
tonos.
Cada átomo, cada
molécula oscila y tiene vibraciones que se miden en frecuencias y estamos
rodeados de estas y ondas que emite el entorno, por eso se dice que la
vibración podría ser el origen de la conciencia y la frecuencia constitutiva del
cosmos en su totalidad.
Las ondas
cerebrales se relacionan con distintos tipos de estados de conciencia. Estas
junto con todas las demás vibraciones que forman parte de nuestro día a día y
que son fruto de nuestro estado físico, nuestro pensamiento y emociones, van a conformar
lo que conocemos como vibración personal.
El COVID-19,
como cualquier otro virus, tiene una baja vibración con una estructura cerrada
de g circuito electromagnético, generador que transforma la energía mecánica en
energía eléctrica, con una frecuencia de resonancia de cerca de 5,5 Hz a 14,5
Hz, y en las gamas más altas no está activo y, a partir de las gamas 25,5 Hz y
superior, el virus muere. Se estima que para los humanos de baja vibración este
virus es peligroso.[4]
Las empresas de telecomunicaciones y gobiernos del mundo preparan y efectúan el despliegue de la 5G, lo cual empieza a provocar cambios climáticos a nivel global (debido a la contaminación en la ionosfera)
Se presume que
este cambio electromagnético traerá alteraciones a nuestro ritmo cotidiano,
produciendo un sinnúmero de síntomas y enfermedades a la salud de todos los
habitantes, como fatiga, insomnio, confusión, pérdida de la memoria, depresión,
ansiedad, problemas endocrinos y de la piel, ruidos en los oídos, cataratas y
alterando el sistema nervioso central.
Ya en Inglaterra
(año 2022) se prohibió a niños y embarazadas el uso del celular y se espera que
le suspendan el uso de internet y wifi. Ellos han constatado que la leucemia,
tumores cerebrales y diversos tipos de cánceres son causados solamente por el
uso de antenas de telefonía móvil.
Hace dos años el
Instituto Ramazzini, de Boloña, que se especializa en la prevención del cáncer,
vinculó diversas enfermedades del corazón y el glioma, tumor en cerebro y médula
espinal, al teléfono móvil. Por su parte, la Comisión Europea hizo el estudio
Mobi=Kids, en que 14 países con niños y adolescentes, entre 7 y 24 años,
vinculan la relación de tumores cerebrales con la telefonía móvil, y el
Instituto Nacional de Francia avala cerca de 10 mil estudios científicos que
demuestran daños a la salud por radiación de resonancia magnética.
La Declaración
de Friburgo, de 2015, fue firmada por 3 mil médicos que piden urgentemente el
cese de la expansión de la tecnología inalámbrica. En el mismo año, científicos
de 41 países comunicaron su alarma a la ONU y a la OMS, señalando que “los
últimos estudios científicos demostraban que los campos electromagnéticos
afectaban a los organismos vivos a niveles muy superiores a los fijados por la
mayoría de las direcciones nacionales e internacionales”. [5]
Y nosotros; ¿en qué
estamos?
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