Diario de un desvinculado Otoño – Cuarta semana- El origen de la personalidad y las competencias.

 

.I.

Mamá.

 

-          Desde pequeño te regalaban certificados y diplomas de buen compañero. Te ganaste algunos, como por ejemplo; mejor compañero, mejor amigo, el más solidario, el más empático, el más desordenado, el más reflexivo, el más leal, el más analítico, el más creativo, pero principalmente recibiste de mejor amigo o compañero.

-          Por qué? Que hacia?

-          Defendías a tus compañeros, ayudabas a la profesora, ayudabas a los más necesitados, cuestionabas a la autoridad, cuestionabas a tus compañeros, muchas veces tuve problemas contigo porque cuestionabas al poder pero con fundamentos, por eso nunca te expulsaron de un colegio.

-          Pero… no me habrás educado como una especie de superhéroe?

-          No. Eso es fantasía. Pero si te eduque al igual que a tus hermanos con tu papá, para que fueran hombres de bien. Recuerda que los tiempos que viviste en tu infancia fueron muy complicados. Lo último que se necesitaba era odio, venganza y violencia. Lo que más se necesitaba era amor, bondad, comprensión, motivación, estrategias, salidas a resolución de problemas, en fin buenas personas. Amantes de la vida. Agradecidos por existir.  

-          Hombres de bien?

-          Sí. Que no fueras ladrón, mentiroso, corrupto, inmoral, deshonesto, hipócrita, inflexible, desenfrenado o descontrolado emocionalmente, desleal, cruel, falto de empatía, indisciplinado, avaro  o mezquino, pesimista, resentido, intolerante, reactivo, impuntual, falto de higiene, imprudente, soberbio, autoritario, irresponsable, intente enseñarte a no procrastinar, arrogante, indiscreto, egoísta, desordenado, descuidado, inconstante, egocéntrico, e impaciente.

-          Espero haber cultivado solo buenos valores.

-          Lo hiciste. Si alcanzaste a ser honesto, un hombre de esperanza, sincero, paciente, flexible, bondadoso, empático, generoso, respetuoso,  tolerante, con templanza, fiel y leal, humilde, afable, prudente, compasivo, sencillo, discreto, solidario, limpio, responsable, disciplinado, proactivo, tenaz, puntual, diligente, organizado y  pro-social.

-          No creo que haya alcanzado magna perfección. Ni siquiera he alcanzado la mitad de todos esos valores positivos.

-          Entiendo. Sucede que no se trata de ser exactamente igual sino que de cultivar alguno de esos valores positivos.

-          Estoy en eso.

-          Eso ya es bueno. Pero principalmente lo has intentado y lo sigues intentando.

-          Pero, igual me despidieron. Pese a tus buenas enseñanzas.

-          Y?

-          Como que y? ahora como pago mis cuentas?

-          Con otro trabajo. Buscando empleo. Lo que es de uno es de uno.

-          Pero para ti es fácil decirlo.

-          Es que es fácil. No será que te comprometiste tanto con ellos, te tomaste tan en serio tu trabajo, que por eso te duele tanto el despido?.

-          Así es. Me dolió.

-          Y valió la pena? Valió la pena tanto compromiso? Tanta entrega? Tantos días sin dormir? Tantos dolores de estómago,  tantos dolores de cabeza? Valió la pena?

-          No. No valió la pena con las autoridades pero si con quienes me escucharon; mis estudiantes. Espero que hayan escuchado alguna enseñanza.

-          Pero por favor, entonces valió la pena. Si ellos te escucharon, veras con el tiempo como cosechas lo que sembraste. Más de alguno te debe haber escrito?

-          Todos.

-          Entonces ahí está tu paga. Todos dejamos algo. todos dejaremos algo. debes haber dejado algo. tengo una idea; Dejaste una herencia, una enseñanza, una visión, una manera de entre tantas de leer la realidad, dejaste un mensaje. Date por pagado. Eso no se olvida. Nadie olvida a un buen profesional. Ellos te recordaran. Y te recordaran en los momentos más difíciles de sus vidas. Y sabrás como salieron adelante gracias a tantos encuentros que tuviste con ellos. Pero, que es lo que más te preocupa y no te deja dormir?

-          No pagar a tiempo mis deudas y la ira que me carcome.

-          Pero, con las deudas te podemos ayudar como familia. Con la ira te puede ayudar tu papa.  

-          Es verdad. Por qué siempre sonríes mama incluso en los peores momentos?

-          Porque no vale la pena llegar a un estado profundo de tristeza por tu despido. Habrán más desafíos. Concéntrate en los desafíos que vienen más que en lo que fue o dejaste.

-          Tienes razón.

-          Piénsalo. Reflexiona. Hay cosas peores. Además, lo que fuiste en el trabajo anterior se podrá transformar en el nuevo trabajo que tendrás.

-          Por qué tanta esperanza mamá?

-          Y por qué no?

-          De pronto no me sale nada.

-          Si te saldrá. Aun tienes cosas que aprender y enseñar. Esto se acaba cuando tu corazón deje de latir. Y para eso aun te quedan muchas aventuras laborales.

-          Gracias mamá. Tus palabras son un bálsamo para mi pena.

-          Tranquilo. Todo saldrá bien. Lo que es de uno es de uno. Aprenda a recordar soltar y seguir. Soltar y seguir. Soltar y seguir…soltar y seguir.

-          Está bien. No es fácil.

-          Lo se hijo… lo sé. todo saldrá bien. 

 

 

 

 

 

 

Continuara……