Epizootia- Parte I -

 

Jueves 13 de mayo del 2021.

04.58 Am.

               

¿Cómo se me ocurre despertar tan temprano? ¿Por qué despierto tan temprano? La pandemia no me deja dormir. Los fallecidos no me dejan dormir. La sensación de impotencia no me deja dormir. La vacuna no me deja dormir. El perro que ladra a los lejos no me deja dormir. La tv. no me deja dormir. Los políticos no me dejan dormir. ¿Han visto seres humanos más inútiles que los políticos?

Salgo de mi cama y abro la cortina de mi dormitorio. Veo las nubes. Ni siquiera las nubes son ordenadas. ¿Será que vivo dentro del caos mismo?

Enciendo la T.V. Pongo el canal de las noticias. Solo malas noticias. Cambio de canal  y coloco el canal de música. Me relajo un poco.

Me siento en mi cama. A la izquierda está mi velador. Todo muy bien ordenado. Y encima de un libro hay una cajita con buenos deseos. Saco un papel con el buen deseo del día. Dice: Perdonar es volver a tener visión. Es volver a tener futuro. Eso es luz. Es vida. Es respirar. Es vivir. Es existir.

Pero no entiendo lo que dice. Son palabras vacías. Sin sentido. El dolor que siento es más poderoso que la cura lingüística. No le creo a lo que leo. No se corresponde con la realidad que vivo. Que vivimos. ¿Cuántos perdonan y siguen sufriendo? ¿Cuántos perdonan y vuelven a ser engañados?

Pongo mis manos en mi cara, me rasco la cabeza. ¿Me estaré volviendo loco? Tengo la sensación  constante de no avanzar. De llevar conmigo en mis hombros una carga que me está empezando a doler demasiado. Por las mañanas me levanto más cansado de cómo me acosté.

                Al parecer, mi pasado está tomando toda la concepción de vida de mi conciencia. Pero, de esta manera no se puede vivir. Nadie vive de esta forma. ¿Me suicido? ¿Me mato? No puedo. No soy tan valiente. Además debo encontrar la razón de mi existencia. Ese es el gran desafío de la vida.

                Yo no soy perfecto. Pero, me gusta que las cosas se hagan bien. Que se cumpla la ley. La ley de la vida. No la ley legal o judicial. Ya que, la ley judicial hace que los infractores vuelvan a caer en el error. No hay cambio. Solo dolor. Solo venganza. La ley está mal hecha. Está llena de castigo y reforzamiento. Está llena de mecanicismo. Un mecanicismo que escapa en forma de ira, de rabia, de coraje, de sufrimiento. De nada. De todo.

                Vivo el día a día en el pasado. Y me rompe cada vez que puede. No puedo avanzar. Tengo rabia. Mucha rabia.

                Cuando hablo con dios no me contesta. Son tantos los pedidos que le hace la gente que por lo visto el mundo le ha quedado grande. Ya no oye. Solo observa. Y observa como paso a paso aun no entendemos la esencia de nuestra existencia.

                ¿O venimos a sufrir? ¿Sera eso? ¿Venimos a sufrir? ¿A ver como lo demás son felices mientras uno come lágrimas diariamente? ¿O solo algunos alcanzan la felicidad? ¿O solo algunos tienen derecho a sufrir? ¿A llorar? ¿A negar la realidad? ¿Quién dijo que negar la realidad era cosa de locos? ¿No será cosa de genios?

                ¿Por qué tendría que estar feliz solo por el hecho de estar vivo? ¿Cómo sé que estoy vivo? ¿Y si estoy muerto y no me he dado cuenta? ¿Dónde mierda está el paraíso? ¿Dónde carajos está el purgatorio? Y  ¿Dónde diablos está el infierno?

                ¿En mi mente?

                Porque yo recuerdo haber reído y haber sido feliz. Era muy feliz. Me levantaba con ganas de hacer muchas cosas.

                Pero al parecer, la adultez viene con angustia, ansiedad, desanimo, depresión y rabia, mucha rabia.

                Intentare dormir nuevamente. Ya son la 05.21.a.m. Se ve a lo lejos una pequeña entrada de luz. Me la llevo conmigo. A mis sueños.

                Espero soñar algo esperanzador.

                Me duermo.

 

 

 

 

 

Continuara………………………………………………………….