PENSAR, LA BELLEZA DEL MOVIMIENTO.

 

  Querido Dios:   Hoy, me encuentro mirando el cielo, con muchas preguntas y pensamientos que me invaden. El cielo, esa bóveda oscura llena de misterios que con solo observarla, abre portales que la imaginación y la ficción hacen de las suyas a través de nuestras propias ideas de todo tipo. He observado objetos que surcan el firmamento, y mi mente no puede dejar de preguntarse si lo que veo son drones, como dicen algunos, o si son, en realidad, ovnis de mundos lejanos, seres de otros rincones del universo o hijos tuyos de otras dimensiones. Mi Dios, sé que el misterio es parte de la vida, y que tú has creado un cosmos lleno de maravillas y enigmas. Sin embargo, a veces me siento abrumado por la incertidumbre. ¿Es posible que estemos siendo observados por seres de otro planeta? ¿Será que estos objetos son la primera oleada de seres extraterrestres que han comenzado a estudiarnos para posteriormente invadirnos? ¿Son esos objetos parte de un plan divino o simplemente algo...