Historias Asombrosas / 03 / El Microondas

No me gustaba arrendar lugares. Aunque siempre tenía la posibilidad de hablar con los dueños mi paranoia indicaba que algo podría haber pasado en dichos lugares. Es más pensaba; “los dueños que arriendan esconden secretos acerca de la verdadera historia de sus propias casas” Pero no les importaba. La idea era ganar. A costa de todo. No importando ni menos respetando las paredes que podrían haber visto desde el nacimiento de un genio hasta el más macabro de los asesinatos. El costo de este departamento era ridículamente bajo. De ahí mis dudas. Estaba bien ubicado. A metros del tren subterráneo y a una cuadra de la locomoción colectiva. El departamento era grande. Tres piezas, tres baños, una sala- comedor de veinte metros cuadrados, lavandería, décimo piso. En total el departamento era de trescientos metros cuadrados. El precio: doscientos dólares mensuales. Y la duda siempre estaba presente. Pero no tenía otra opción. Y no estaba equivocado. A dos días de estar en mi nuevo ...