Failed - El poder debería estar al servicio de la ciudadanía y nunca la ciudadanía debería estar al servicio del poder- Percepción 1
Vivimos tiempos complicados. Y con esto me refiero a
cosas muy puntuales como; cambio climático (según algunos no existe),
repercusiones de Covid – 19 (algunos creen que fue una enfermedad para bajar el
número de la población mundial), problemas económicos (despidos, sueldos bajos),
pocas plazas de trabajo, decepciones políticas,
y fundamentalmente caída en la confianza, creencia y apoyo a
organizaciones clásicas de antaño.
No hablare de todo ahora porque sé que es difícil leer
para ti. Y no es que no sepas leer sino que te da fastidio, te aburre, te da
pereza. Así que seré breve y muy breve.
Hoy les hablare de mi percepción de ciertos contratos
laborales que no tienen ninguna relación con la cantidad de plazas y la forma
de reclutar a los miembros de una organización. Donde la política o el apoyo a
ciertos colores políticos encierran y obligan a cualquier “emprendedor” a someterse a los dictámenes del “partido”.
Algo de lo más tenebroso y macabro. Ya que, una de las primeras ideas es que
debes vender tu ideología por el solo hecho de un trabajo y lo más penoso; la
posibilidad de contar con salud. Que triste.
De no aceptar este tipo de “contratos” quedas a la
deriva, solitario y fuera del sistema. De ahí también muchos jóvenes
decepcionados, recién egresados e incluso que se decepcionan en el camino de la
obtención de un título profesional, que no terminan su camino universitario.
Ellos prefieren emprender. A solas. Sin la “ayuda” del estado. Que por lo demás
es un estado fallido.
Pero
algo si es indiscutible; en la actualidad se les da más oportunidad a las
personas sin preparación universitaria que deben prepararse en el camino (lo
cual la organización costea ese camino que a veces no resulta) que a personas
que teniendo la responsabilidad de estudiar e incluso de costear su estudios y
trabajar se convierten en profesionales. Y en grandes profesionales. Pero que
se desmotivan y en el peor de los casos caen en depresión o terminan trabajando
en cualquier otra cosa. ¿Acaso somos muchos? ¿Acaso aun no funcionan las políticas
de una sexualidad responsable?
Pero;
¿Qué nos pasó? Y, los factores son múltiples pero como les dije solo escribiré
brevemente para que no te de pereza leer.
Una
interpretación seria que el estado al parecer no necesita de gente muy
inteligente sino que de peones o esclavos intelectuales. Nada distinto a las
antiguas civilizaciones y sus feudos.
Pero,
¿Por qué el estado necesita de peones intelectuales? La respuesta es muy
sencilla; para mantener el poder sobre otro. La acción o la práctica de poner
un pie encima de otro. Una práctica muy común en la escuela que provenía de
ciertos niños limitados en su mirada de sociedad (obviamente la culpa no fue
del niñ@ sino del entorno que no entiendo por ejemplo, la palabra empatía)
La
palabra poder viene del latín vulgar
*posere y este de posse, potis y este de una raíz indoeuropea *poti- (amo,
dueño)
Por
tanto, el estado o cualquier organización insana, enferma, o con poca
apreciación incluso de la concepción de felicidad o de autorrealización, jamás
reparara en cuidar a un ciudadano común. Al contrario, lo quiere poseer de
cualquier manera. Si no es a través de la violencia lo hará a través de una o
muchas ideas. O, de una tarjeta de crédito. Porque no hay ser humano más
peligroso que un ignorante con tarjeta de crédito. Y también, con una filosofía
poco clara de la felicidad o el estar bien.
Una
idea – entre muchas- que circula en nuestra actual cultura es la de no estudiar,
ya que, hay otras formas de ser feliz a través del dinero.
Otra
idea que ha calado y dolido mucho a los ciudadanos es que cada vez más nuestros
jefes, maestros, lideres, o guías están muy
mal preparados para ejecutar tareas. Por tanto, cualquiera en este momento sin
mucho esfuerzo puede llegar a la cima.
La
cima se alcanzaba antes a través de una larga travesía. Y el tesoro al final
del camino era fascinante. De alta sabiduría.
Ahora
no, la cima se puede alcanzar de una manera eficiente y eficaz; a través de la corrupción.
De
la corrupción hablare la próxima vez si me acuerdo y si tienen ganas de leer. O
tal vez, hablare de mis percepciones de otras cosas. O tal vez les hablare de
la cultura del “quedarse callado” por represalias. O tal vez, de la envidia. No
sé. Algo se me ocurrirá.
Un
abrazo
Rodrigo
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