La lógica de lo ilógico - Radiografía - Parte I -
La lógica de lo ilógico.
Lógica
es una ciencia formal que estudia la estructura o formas del pensamiento humano
(como proposiciones, conceptos y razonamientos) para establecer leyes y
principios válidos para obtener criterios de verdad. Como adjetivo, 'lógico' o
'lógica' significa que algo sigue las reglas de la lógica y de la razón. Indica
también una consecuencia esperable natural o normal. Se utiliza también para
referirse al llamado 'sentido común'.
Lo ilógico,
por lo tanto, es opuesto a lo racional o a lo coherente. Referido a un momento
poco común, más bien estúpido, irrisorio y que carece de una construcción que
el cerebro y la mente puedan entender.
En este
sentido, se supone que año tras año los seres humanos deberíamos evolucionar en
alguna especie de peldaño imaginario creado por nosotros mismos. Ese peldaño imaginario corregiría errores, impulsaría ideas mucho más
sublimes y creativas, ayudaría a la vida, impediría muertes, lucharía contra la
pobreza – social, mental, económica, cerebral, psicología-, en fin, un innumerable listado de profundas consideraciones,
transformaciones y elevaciones que supuestamente nos tendrían a todos en lo más
alto.
Estar
en lo más alto significa ocupar nuestro espacio Bio- Psico- Social en situaciones
verdaderamente importantes. Verdaderamente importantes se relaciona con
resolver algunas preguntas que aun ni siquiera estamos cerca de concebir. O probablemente
ya están resultas pero el egoísmo de algunas organizaciones no nos permiten
tener acceso a ellas. Tal vez, para tener siempre un cierto control en el
pueblo, en la gente, en la masa, en el ganado, en el individuo, en la persona,
en la Tierra. Y se hace a través de una sensación que doblega al más fuerte de
las especies: el miedo.
¿Qué
nos debería preocupar? Tres cosas nos deberían preocupar y resolver: ¿Quiénes somos?,
¿de dónde venimos? Y ¿para dónde vamos?
Pero,
lamentablemente la mesa de juego constituida por dimensiones económicas,
sociales, políticas y filosóficas solo nos hacen preguntarnos acerca de: ¿comeremos
mañana?, ¿tendré trabajo mañana?, ¿Cómo alimentare a mi hijo (os)?, ¿Qué zapatos
me comprare mañana?, ¿Cuál será la próxima
casa a la cual tendré acceso?, ¿Qué auto me comprare en cinco años más?, ¿Dónde
moriré?, ¿Dónde viajare?, casi todos los pensamientos en este contexto intentarían
un viaje. Pero un viaje hacia afuera. Porque, a mi juicio, el viaje es y siempre
debería ser hacia dentro. Quien no sabe quién es jamás sabrá quien fue y nunca
pero nunca sabrá donde llegar.
Uno
de los desafíos más grandes de la vida es este: Saber quién soy. Cuando sepa quién
soy tendré acceso a las demás respuestas de las preguntas de vital importancia.
Pero
no puedo. Y no puedo porque me desconcentran. Me presentan pandemias, meteoros
y asteroides que se estrellaran, una nave que va al planeta marte sin conocer
nuestros océanos, farándula de personajes famosos que aún me pregunto el porqué
de su fama, admiración por los narcotraficantes, crisis del petróleo, una economía
siempre inestable, muchos presidentes sin un pizca de inteligencia – la inteligencia
más desarrollada en los presidentes es la de la matemática, ya que, a punta de
constantes cálculos intentan saber todos los días como robar mas y que se note
menos-, ministros sin preparación y con una ética y moral que no se entiende,
jefes y gerentes que piensan que la vida solo se trata de eficiencia y
eficacia, y un paradigma crudo y nefasto como el conductismo que día a día
carcome más los rincones del alma.
¿Alguien
se ha dado cuenta de lo que estoy escribiendo? ¿Se dan cuenta en lo que nos
hemos transformado?
He
aquí una idea: unos completos estúpidos.
Estúpido
viene del término “stupidus”, que puede traducirse como “aturdido”, y el sufijo
“-ez”, que se usa para expresar una cualidad. Estúpido hace referencia a aquel
falto de inteligencia, torpe o necio. Puede decirse, por lo tanto, que una
estupidez es una tontería o algo que no tiene lógica. Por tanto, la estupidez
es un hecho ilógico.
Y
si es ilógico, no tiene sentido. Pero, he aquí el problema. Muchas cosas ilógicas
en el hoy son lógicas. Es decir, la estupidez se ha vuelto lógico. Por tanto,
quien no es estúpido no es. No se hace notar. No existe.
Una
de las formas de entender lo anterior es la reacción de la gente, del pueblo,
de la persona, del individuo a hechos sociales, filosófica, económica y políticos
extremadamente singulares. La respuesta típica es: NO ME IMPORTA. Es decir, al
pueblo no le importa lo que pasa. O sea, somos estúpidos, ilógicos porque no
hay una respuesta lógica ante la ilógica.
Ahora,
el miedo más conductismo, más el congratulado
no me importa, provocan solo una
respuesta general: la parálisis mental del ser humano. Se entiende también como la mantención
del status quo.
¿Ilógico?
Si lo bastante como para preocuparnos.
CONTINUARA ....
Comentarios
Publicar un comentario