Leftraru - Parte 3 -

…La tercera entidad hizo un circulo en el cielo. En ella comenzaron a proyectarse rápidamente imágenes del pasado, del presente y del futuro. Primero pude visualizar imágenes de mi comunidad. Su pasado, su presente y su futuro. Después de unos momentos las imágenes fueron muy confusas. Mostraban seres humanos en lugares extraños. Acompañados de objetos extraños. Con herramientas extrañas. Pero seguían siendo seres humanos. Lo que más llamó mi atención de las imágenes fue la forma en que vestían. Estaban mucho más arropados que nosotros. Ocupaban caballos de metal. Unos más grandes que otros. De un momento a otro, la imagen comenzó a iluminar mucho más el espacio en donde estábamos y quede enceguecido ya que fue muy parecido a como cuando mirábamos con mis hermanos directo al sol.

           Después de esto hubo un silencio ensordecedor.

            No podía ver nada. No podía sentir nada. No podía oler nada. Solo podía oír. Solo silencio percibía. De pronto, y lentamente de entre toda la oscuridad se apareció frente a mí y de manera muy tenue una pequeña luz.

Lentamente, pero muy lentamente se hizo más grande. En ese instante, y después de mucho tiempo comencé a oír. Era una especie de melodía. Como si se tratara de muchas flautas indias. Algunas agudas, otras de mediana intensidad y otras graves, muy graves.  El tamaño de la luz alcanzo la forma de mi cuerpo. Pero era solo luz. Y esa luz tenía un límite. El limite tenía un contorno. La luz más las sombras y más el contorno formaron una cierta figura humana.

Estaba a cinco metros aproximadamente de mí. No se movía. Estaba estática. No sabía qué hacer. No sabía que decir. No sabía que movimiento ejecutar.

Después de unos minutos solo atine a decir:

-       Hola.

-       …

-       Hola...

-       …

-       Soy Leftraru.

-       …

-       Pertenezco a la aldea cercana de acá.

-       …

-       Quisiera…quisiera saber quién eres.

-       …

-       Quisiera saber si eres de otra aldea.

-       …

-       ¿Estoy soñando?

-       …

-       ¿Eres de las estrellas?

-       …

-       ¿O eres de………?

-       H………o………l………a – saludo la luz con una voz grave. Muy grave. Su voz retumbaba en mi cabeza. Y al final de cada letra respiraba. Nunca supe como la luz podía respirar. Si es que respiraba-

-       Hola. Mi nombre es Leftraru. Soy de la aldea que está a menos de cinco kilómetros de acá.

-       No estás en tu aldea- señalo la luz-

-       ¿Como?

-       No estás en tu aldea.

-       ¿y dónde estoy? – pregunte curiosamente-

-       Estas en mi aldea – respondió la luz.

-       ¿tu aldea?

-       Si... mi aldea.

-       ¿Dónde queda tu aldea?

-       Más allá de Dios.

-       ¿Más allá de Dios? ¿Más allá de Ngenechén?

-       Si. Más allá de Ngenechén[1]

-       ¿tú eres Ngenechén?

-       Soy el espíritu. El gran espíritu.

-       ¿Eres bueno?

-       Ser bueno es muy difícil de explicar. A veces para ser bueno es necesario ser malo y viceversa.

-       ¿Por qué tienes forma de luz?

-       Es una de las tantas formas que puedo adoptar.

-       Pareces gente de mi aldea pero hecha de luz.

-       Humano. Ustedes son humanos. Tu eres humano. Tu aldea es humana.

-       ¿tú eres humano?

-       No. No soy humano. Pero lo fui de alguna forma, en algún tiempo, en algún lugar, ¿en algún espacio?

-       ¿espacio?

-       Si. Espacio.

-       ¿Qué es el espacio?

-       Es el manto negro que ves por las noches iluminado por unos puntos blancos. Esos puntos blancos son estrellas. Todo lo que tus ojos pueden ver durante la noche por arriba de tu cabeza es el espacio.

-       ¿no eres español?

-       No soy español.

-       Porque los españoles solo quieren asesinarnos y conquistarnos y emancipar su cultura. Violando a nuestras mujeres y sometiendo a sus hombres.

-       No. No soy español. Pero ellos, como tú, forman parte de mí.

-       ¿los españoles son mis hermanos?

-       Así es. Son tus hermanos.

-       ¿Y tú eres mi padre?

-       No. No soy tu padre. Soy tu hermano también.

-       Pero mi hermano no es como tú.

-       Lo sé. Más tarde lo entenderás.

-       ¿Me estoy muriendo?

-       No. No estas muriendo.

-       ¿estoy muerto?

-       No. No estás muerto.

-       Entonces. ¿Qué hago aquí?

-       Te traigo un mensaje.

-       ¿Cuánto tiempo ha pasado?

-       El tiempo es relativo.

-       ¿Cuánto tiempo ha pasado en tu aldea?

-       Algo así como seis meses.

-       ¿y en mi aldea?

-       Treinta segundos.

-       ¿treinta segundos?

-       Si. Treinta segundos.

-       ¿y si no estoy muerto? ¿Qué hago aquí entonces?

-       Tengo un mensaje para ti.

-       Dámelo.

-       Lo haré a su debido tiempo.

-       ¿a su debido tiempo?

CONTINUARA…

           

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[1] Dios Mapuche. Chile.