El vals del delirio - Parte I

 

 

            Se denomina vals a una música y una danza surgidas en Alemania y Austria. El baile del vals se caracteriza por los giros que realizan las parejas mientras se trasladan: el término, de hecho, deriva del concepto alemán walzen, que se traduce como “dar vueltas”. Y “dar vueltas” ya lo retomaremos como una acción sin frutos, sin pasado ni futuro. Con solo presente.

            Delirio es un término que tiene su origen en el vocablo latino delirium. Esta noción se utiliza para nombrar a una alteración de la mente que lleva a una persona a alucinar y a tener pensamientos incoherentes. También, es un estado de alteración mental, generalmente provocado por una enfermedad o un trastorno, en el que se produce una gran excitación e intranquilidad, desorden de las ideas y alucinaciones.

Para la psicología, el delirio es un síntoma de un trastorno psicótico en el que el individuo cree cosas que no forman parte de la realidad. No se trata de una mala interpretación, de manejar información falsa o de una equivocación pasajera: el delirio es patológico y tiene su causa en una enfermedad.

La persona que delira, cree y sostiene situaciones sin lógica, no puede comprobarse a través de la experiencia y es inapropiada para la cultura de la persona en cuestión. El sujeto revela un pensamiento anormal (fuera de lo común y de lo esperable) para defender su idea aun cuando, desde la razón, se le demuestre su falsedad.

En el lenguaje cotidiano, el concepto de delirio se utiliza para nombrar a un proyecto o un deseo de una persona que no puede cumplir en la realidad o que, al menos, resultará muy difícil de llevar a cabo. Existen delirios paranoicos, de persecución,  hipocondríaco y celotípico.

Ahora, la improvisación también puede ser entendida como un delirio. Ya que, la persona que sufre de “improvisación” piensa, cree y desea que puede lograr un objetivo; solo,  sin la ayuda de nadie porque ese tipo de personas tiene ciertamente: “el don del milagro”. Pero, en otro momento me referiré a la improvisación.

El vals del delirio entonces, es una acción que proviene de una persona enferma que baila siempre en la misma área creando solo presente sin pasado ni futuro e irrespetando la lógica del tiempo y el espacio.

El vals del delirio es el área donde el enfermo quiere vivir. Solo quiere presente por que el enfermo piensa que es lo único que existe. Y del presente se alimenta el enfermo o el delirante que baila vals.

No deja entrar a nadie del antes ni a nadie del después. Es solo él. Es solo su existir. Su mundo, su Tierra, su universo, su locura, su enfermedad, su patología.

Un delirante que baila vals solo ejecuta movimientos irrisorios, fantaseados, construye castillos en el aire, inventa teorías conspirativas, se ríe del mundo,  de los demás, es autosuficiente y además posee la dicha de ser un milagro de dios (sentido irónico)

El vals del delirio implica a un enfermo que solo da vueltas sobre la misma teoría, sin sentido, sin norte, solo con un enfermizo amor propio, con ideas basadas en fantasías, alucinaciones y una cualidad simple pero que hay que estar atentos: “la facilidad para mentir”.

Cuidado, de pronto un delirante ha estado bailando contigo desde hace años y aún no te has dado cuenta.

¿Cómo saber que no te has dado cuenta? Porque existiría la sensación de que nada ha cambiado y de que todo SIGUE IGUAL.